El obispo de Tortosa critica con dureza el trasvase del Ebro

'El río no se lo llevarán'. Así de contundente fue ayer el obispo de Tortosa, Xavier Salinas, en la solemne misa de las fiestas de la capital del Baix Ebre, al referirse al trasvase del Ebro y a la preocupación de la sociedad de esa comarca por los efectos del Plan Hidrológico Nacional (PHN).

'Ni en la política ni en los negocios, el fin justifica los medios', argumentó ayer el obispo en el sermón dominical ante una nutrida representación de la clase política de Tortosa. Salinas, que ya había criticado públicamente el trasvase del Ebro en anteriores ocasiones pero utilizando términos más ambiguos, dedicó parte de la homilia a cuestionar la finalidad y los efectos que la detracción de aguas del Ebro implicaría en el futuro de la sociedad de las comarcas del sur de Cataluña.

Salinas, además, apeló a la población a mantener 'el sentido de la dignidad de lo que defendemos', aunque estando 'abiertos' a otro tipo de posibilidades. Posteriormente, en declaraciones a Europa Press, el obispo quiso lanzar también un mensaje de optimismo al afirmar que 'las soluciones de hoy no son definitivas, las cosas cambian'.

Escucharon la homilía el alcalde de Tortosa y senador socialista Joan Sabaté, el ex alcalde y senador convergente, Vicent Beguer, y el diputado del PP en el Congreso Joan Bertomeu.

Sabaté comentó que había sido la vez que el obispo se pronunciaba 'con más claridad' contra el trasvase. Según el alcalde de Tortosa, que afirmó sentirse 'en sintonía' con el obispo, los argumentos esgrimidos por Salinas en la homilía 'evidencian que está preocupado por los problemas de la sociedad de las Tierras del Ebro'.

Sin embargo, desde las filas del Partido Popular el mensaje de la homilía fue entendido de otra manera. 'Quería decir que el río no desaparecerá, no que no se lo llevarán', explicaba el portavoz del PP en el ayuntamiento de Tortosa, Joaquín Fabra.