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ESCÁNDALO FINANCIERO

El arzobispo de Valladolid califica de 'satisfactorias' las relaciones de su diócesis con la agencia de Camacho

'No hay nada oculto que no llegue a saberse', escribió ayer en su habitual carta pastoral semanal el arzobispo de Valladolid y ex vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, José Delicado Baeza. La pastoral, primera tras sus vacaciones, está dedicada a justificar las relaciones de esa diócesis con Gescartera, que se han saldado de momento con unas pérdidas de 25 millones de pesetas.

Delicado Baeza califica como 'satisfactorias' las relaciones de su diócesis con la citada agencia de valores, que se desarrollaron entre 1996 y abril de 1999. Es en esta última fecha, según el prelado, cuando 'tras una serena reflexión y sin que mediara denuncia alguna, [la diócesis] decidio retirar todo el depósito' confiado a Gescartera, una cantidad que el arzobispo cifra en 1.000 millones de pesetas, pero que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) redujo a 990 millones, según un informe remitido al Ministerio de Economía.

Pero el ecónomo del Arzobispado de Valladolid, Enrique Peralta, que fue quien salvó a tiempo los 990 millones, retirados de una sola vez en un talón, no ofreció hace dos semanas la misma versión que su superior. 'Hubo una pequeña intervención de la CNMV. Parece que vieron alguna cosa que... Entonces preguntamos a Gescartera si podíamos retirar el dinero enseguida y nos dijeron que sí. Y lo sacamos sin más gestiones', declaró Peralta en Radio Valladolid (Ver EL PAÍS de 19-8-2001). El arzobispo Delicado, en su pastoral de ayer, afirma que la recuperación de esos casi 1.000 millones de pesetas se produjo 'sin que mediara ninguna denuncia' y 'tras una serena reflexión'.

'Exceso de buena fe'

Otros organismos de la Iglesia católica española no tuvieron tanta suerte como el Arzobispado de Valladolid y perdieron todos sus depósitos sin que nadie les avisara a tiempo de la intervención de la agencia de valores. Además de los arzobispados de Valladolid y de Burgos, varias diócesis menores, una veintena de instituciones religiosas dedicadas en su mayoría a la enseñanza e incluso ONG, como Manos Unidas, comprometieron en Gescartera 2.500 millones de pesetas.

Delicado Baeza, que logró salvar el grueso de sus inversiones, alude en la pastoral a que su diócesis volvió a ingresar en febrero pasado 25 millones, que es la cantidad perdida. Esa inversión fallida fue 'a posteriori', por 'un exceso de buena fe' y a petición del director provincial de la sociedad, dice.

El prelado inicia la carta pastoral recordando dos advertencias de Jesucristo: que no se puede servir a dos señores antagónicos, a Dios y al dinero, y que no hay nada oculto que no llegue a saberse. 'Estas advertencias, referidas a la economía, exigen sinceros compromisos personales y coherencia de vida, y en relación con los bienes que no son propios, cuya administración se encomienda, que ésta se realice con los valores cristianos, sobre la base de las leyes civiles y canónicas', escribe el arzobispo Delicado Baeza.

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