Beiras y Pérez Touriño exigen a Fraga que se someta a un debate electoral

El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, no está dispuesto a hacer concesiones a sus rivales en lo que prevé como un camino triunfal hasta las elecciones del próximo 21 de octubre. Confiado en obtener su cuarta mayoría absoluta consecutiva, Fraga ya mostró, nada más convocar los comicios el pasado lunes, su escasa disposición a celebrar un debate público con los líderes de los dos partidos de la oposición. Nacionalistas y socialistas le instaron ayer a que acepte ese debate en vez de garantizar su buena salud con certificados médicos.

Tras la disolución del Parlamento, el pasado lunes, la carrera electoral en Galicia ha tenido un arranque que el líder del PSdeG-PSOE, Emilio Pérez Touriño, calificó ayer de 'esperpéntico'. Se refería Pérez Touriño a la polémica 'verdaderamente disparatada' a propósito de la edad y el estado de salud de Fraga (cumple 79 años en noviembre), que forzó al presidente gallego a publicar los resultados de su último examen médico al tiempo que anunciaba la convocatoria de los comicios.

La controversia, que ya se deslizaba solapadamente por los discursos políticos desde hace algunas semanas, se desató después de que el pasado viernes, el líder del BNG, Xosé Manuel Beiras, de viaje en Argentina -donde hacía campaña entre los emigrantes-, acusase a Fraga de ocultar a los ciudadanos que está 'gravemente enfermo'. Beiras regresó ayer a Galicia y trató de quitar hierro a sus palabras. Explicó que la pregunta sobre la salud de Fraga la formuló un periodista y que él se limitó a contestar exponiendo lo que 'sabe la clase médica gallega'. 'No tengo la costumbre de mentir', proclamó Beiras, quien, no obstante, se cuidó de matizar: 'Celebro que esté bien de salud. Yo, desde luego, espero que llegue a cumplir 100 años'. Poco antes, el secretario general del PP gallego, Xesús Palmou, había acusado a Beiras de 'hacer el ridículo'. 'Para eso no necesitaba ir a América', ironizó Palmou en declaraciones a la Cadena SER.

Un debate

Beiras aprovechó la difusión de los certificados médicos de Fraga para señalar que su buen estado de salud es 'una razón de más para que no eluda' un debate público con el líder del BNG. El día anterior, el presidente de la Xunta se había mostrado desdeñoso ante la posibilidad de debatir con el dirigente nacionalista, porque tal discusión, según Fraga, 'tendría un interés muy limitado'. Pérez Touriño también insistió ayer en reclamar el debate, entre otras razones, porque 'durante 12 años, Fraga se negó a mantenerlos en el Parlamento'.

Mientras sus adversarios le pedían una discusión pública sobre los programas electorales y le instaban a garantizar la 'pluralidad' en los medios de comunicación públicos, Fraga se explayaba en Televisión de Galicia relatando los logros de su gestión y transmitía a los gallegos el 'entusiasmo' con que afronta las próximas elecciones.

La discusión sobre la salud de Fraga también sirvió al PSdeG para seguir resaltando sus diferencias con el BNG, su hipotético aliado en caso de que el PP perdiese la mayoría absoluta. Touriño dijo que la polémica iniciada por Beiras 'es la mejor vacuna para la salud política' del presidente de la Xunta y advirtió al BNG de que 'no se llamen a engaño' porque el PSdeG no hará de 'bisagra respecto de nadie'. Espoleados por los datos de algunas encuestas recientes, los socialistas dicen encontrarse en fase de recuperación e incluso alimentan la esperanza de recobrar el segundo puesto perdido hace cuatro años en favor del BNG. De ahí que repartan sus críticas entre el PP y la formación de Beiras, y sobre todo traten de alejar la idea de que sería inevitable un pacto entre el PSOE y los nacionalistas en caso de que Fraga perdiese la mayoría.