Gobierno y Generalitat licitan 50.000 millones en obras de pago aplazado

La inversión directa de Fomento coloca a los valencianos a la cola del gasto público por habitante en infraestructuras. Además se ha registrado un descenso durante dos años consecutivos. Pero José Ramón García Antón, consejero de Obras Públicas, sugirió ayer que el aparente abandono de la Comunidad Valenciana se compensa con las obras contratadas a través del modelo alemán, cuyo coste no se recoge en los presupuestos, porque sólo aflora cuando finalizan las obras correspondientes, como los últimos tramos de la autovía central o la ronda de Valencia, por ejemplo.

El volumen de obras en licitación fue confirmado por Jesús Brezo, delegado territorial de Dragados en la Comunidad Valenciana, durante una visita a las obras de la línea 5 de metro que se ejecutan a lo largo de la calle de Amadeo de Saboya en Valencia. Dragados, por su tamaño, asume sin mayores incovenientes los modelos de pago aplazado. Pero al dilatar obligaciones de las arcas públicas se restringe la futura capacidad de maniobra de la Administración en inversión en infraestructuras.

García Antón anunció también obras inminentes en líneas de alta velocidad, pero tales inversiones están pendientes de un acuerdo entre Fomento y Hacienda sobre la financiación del plan de infraestructuras del Gobierno central.Los comentarios sobre el volumen de obras que se desarrollan en la Comunidad Valenciana surgieron en el curso de una visita a las obras de la línea 5 del metro de Valencia, cuya proximidad a la fachada marítima genera importantes problemas técnicos. Vicente Dómine, director general de Transportes, explicó que las obras se desarrollan prácticamente sobre 'arenas movedizas'.

Cualquier vecino de la calle Amadeo de Saboya puede comprobar que el agua aflora a muy escasa profundidad en el tramo subterráneo que se ejecuta en la actualidad para conectar la estación de Alameda con la futura estación de Parque de Ayora.

La construcción de la línea 5 del metro exige la ubicación de unas grandes pantallas laterales hasta 15 metros de profundidad para detener la circulación del agua. La excavación hasta seis metros pemite colocar las cubiertas superiores de los túneles y restaurar la circulación de vehículos en la superficie. La excavación se produce entonces bajo la cubierta superior y exige bombear el agua acumulada. La cubierta inferior, finalmente, se coloca a unos 15 metros de profundidad. El director general de Transportes explicó que en algunos casos es imprescindible que la parte inferior del túnel tenga un grosor de hasta tres metros para evitar que el agua penetre a través del hormigón.

Obras Públicas tiene prevista una inversión de 12.000 millones de pesetas para completar el tramo y ya ha invertido 4.000. Y prevé que las nuevas conexiones sean accesibles a unos 100.000 valencianos, de modo que se generarían 10 millones de desplazamientos anuales.

El metro registró un total de 42 millones de desplazamientos durante el año 2000. Y el objetivo de la nueva línea es elevar esa cifra hasta 52 millones.

Las obras se iniciaron en enero de 2000 y deben estar culminadas en octubre o noviembre de 2002, de modo que la nueva línea entraría en funcionamiento a principios de 2003. La nueva línea tendrá paradas en Parque de Ayora, Manuel Candela y la Avenida de Aragón. A partir de la estación de Alameda, los trenes de la línea 5 compartirán un tramo con la línea 3, preparado para que los trenes discurran a intervalos de dos minutos.

Obras Públicas ha alcanzado acuerdos con los ayuntamientos de Quart de Poblet y Manises, según fuentes de la consejería, para disponer de los terrenos necesarios para llevar el metro hasta el aeropuerto de Manises.

La conexión entre Parque de Ayora y el puerto de Valencia todavía no está decidida, pero todo apunta a un tramo en superficie puesto que una línea subterránea tendría que salvar los tuneles que utiliza los trenes que pasan por la estación del Cabanyal y descender hasta unos 30 metros de profundidad.

Un representante de una de las empresas de la UTE que ejecuta las obras - Dragados, Cubiertas y Torres-Cámara- sugirió que un tramo en superficie parece la solución más razonable para llevar el metro hasta el puerto. La decisión última se adoptará a lo largo del último trimestre del año, de modo que las obras para llevar el metro hasta el puerto se iniciarían a lo largo de 2002.

Al margen de las complejidades técnicas, Dominé subrayó la magnífica aceptación que ha tenido el metro en la ciudad de Valencia y cifró en un 19% el aumento de usuarios durante el mes de julio en relación con el mismo mes del año pasado.

También comentó que el volumen de negocio de los comerciantes de la calle Colón ha crecido significativamente desde que se abrió la estación, un incremento que ha llegado al 40% para ciertos negocios.

Vía Augusta García-Antón aprovechó la ocasión para replicar las críticas vertidas ante las obras en la autovía de Borriol, en las que se ha cubierto un tramo de la Vía Augusta. Según el responsable de Obras Públicas el cubrimiento de la Vía Augusta con cemento a su paso por la Vall d'Alba en 1997 respondía a un proyecto elaborado por el Gobierno socialista en 1994.

Según García Antón, aquellas obras habían sido debidamente autorizadas por las consejerías socialistas de Medio Ambiente y de Cultura, que analizaron el proyecto.

'Nos parece mentira que gente que en el año 1994 tuvo la responsabilidad de gobernar y que hizo ese proyecto y la valoración de patrimonio hoy digan que se paralicen las obras o que se tenga cuidado', manifestó.

El consejero reiteró que se ha limitado a 'respetar el proyecto del año 94' y expresó cierta indignación hacia sus críticos: 'No se entiende la postura de cierta gente contraria a que se continúen ejecutando infraestructuras'.

Pero se comprometió a 'realizar comprobaciones' sobre el pequeño porcentaje de la autovía de La Plana que discurre junto a la Vía Augusta para evitar problemas y continuar trabajando 'con todo el respeto al medio ambiente'.