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El PP de Sevilla la Nueva firma una moción de censura que rechaza la dirección del partido

Ernesto Téllez será desalojado de la alcaldía

Oriol Güell

Cuatro de los cinco ediles del PP en Sevilla la Nueva (3.000 habitantes), junto a una concejal del CDS y Alberto Díliz, tránsfuga del PSOE, han firmado la moción de censura presentada ayer en el municipio contra el independiente Ernesto Téllez, actual alcalde, que gobernaba sin el apoyo de ningún edil. La moción llevará a la alcaldía a Juan Antonio Teresa, del PP, con los votos de seis de los 11 concejales del Consistorio. El secretario general del PP en Madrid, Ricardo Romero de Tejada, ha reiterado en los últimos días que si los ediles populares apoyaban esta moción serían expulsados del partido.

La moción de censura será debatida el próximo 13 de septiembre y fue presentada pese a las advertencias de la dirección regional del PP a los ediles de su partido en la localidad. 'En el momento en el que presenten una moción sin la autorización de los órganos regionales, serán expulsados inmediatamente del partido', declaró Romero de Tejada el pasado lunes.

La participación de Alberto Díliz -concejal elegido en las listas del PSOE y que abandonó su grupo hace dos años- en el acuerdo para desbancar a Téllez de la alcaldía genera inquietud en la dirección popular, que teme ser acusada desde el PSOE de violar el pacto contra el transfuguismo firmado por ambos partidos en 1999.

El Comité de Disciplina del PP ya ha abierto expediente informativo a los cuatro ediles díscolos. Una portavoz del PP regional explicó ayer que ahora será la Comisión de Garantías y Derechos del partido la que, en los próximos días, elaborará un informe que será remitido a la dirección del PP en Madrid para que decida sobre la anunciada expulsión.

'Sevilla la Nueva no podía seguir en una situación de inestabilidad como la que ha vivido durante los últimos meses', aseguró por su parte Ángel Batanero, alcalde del pueblo desde 1978 hasta 1999 y portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento desde entonces. Batanero ha sido el único edil del PP que no ha firmado la moción presentada ayer porque ya participó, el 27 de diciembre de 1999, en otra contra la alcaldesa socialista, Pilar Becerril, con la que el PP y el CDS llevaron a la alcaldía a Ernesto Téllez. La ley establece que cada edil sólo podrá firmar una moción de censura por legislatura. Pese a ello, la oposición socialista cree que Batanero está 'detrás de toda la operación, al más clásico estilo caciquil', según Pilar Barroso, edil socialista. El PSOE y el actual alcalde acusan a Batanero de 'querer otra vez el poder para evitar que salgan a la luz las numerosas irregularidades urbanísticas y de malversación de caudales que cometió en sus años en la alcaldía', según relató Ernesto Téllez.

La Consejería de Obras Públicas y Urbanismo tiene en marcha una investigación para determinar la legalidad de varias decisiones de Batanero, entre ellas la urbanización de 3.500 metros cuadrados de zonas verdes. El propio PP está investigando la actuación de Batanero durante su etapa como alcalde. Téllez reiteró ayer que, pese a ser alcalde gracias a los votos de los populares, no iba a permitir que nadie manipulara su gestión 'por intereses personales ni para tapar pecados del pasado', y acusó a los populares de estar tras el asalto que, en la madrugada del pasado sábado, sufrió el Ayuntamiento de la localidad. Unos desconocidos entraron en el edificio y revolvieron archivadores y papeles municipales que 'pudieron ser fotocopiados o eliminados para borrar pistas', según Téllez.

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'Esta acusación ha demostrado, por su gravedad y falta de sentido, que la moción corría prisa para evitar que la situación en el Ayuntamiento se deteriorara aún más', replicó Batanero, quien ha declarado que el asalto, que investiga la Guardia Civil, ha sido 'una invención del alcalde'.

La moción de censura presentada pendía sobre Téllez desde que, el pasado 25 de mayo, se rompiera el acuerdo de gobierno PP-CDS y dimitieran cuatro ediles populares. Además, el alcalde gobernaba sin el apoyo de ningún concejal tras ser expulsado del CDS. La otra edil de este partido, María Luisa Vizán, le retiró entonces el apoyo y su firma figuraba ayer en la moción contra Téllez, su antiguo compañero de lista electoral.

Tras la ruptura del acuerdo PP-CDS, la dimisión presentada por los ediles del PP preparaba el terreno a la moción. De acuerdo con la ley, la dimisión y posterior relevo de los ediles populares era imprescindible para que la moción pudiera llevarse a cabo. En un último intento para eludirla, el alcalde trató de evitar por un defecto de forma que los cuatro nuevos ediles populares tomaran posesión del cargo. 'Los concejales salientes no han presentado su renuncia oficial al cargo por el conducto reglamentario', aseguró Téllez en el pleno del sábado, que acabó suspendido por el propio regidor entre una enorme bronca.

Juan Antonio Teresa, del PP, será presumiblemente el nuevo alcalde tras el 13 de septiembre. Un hombre al que los socialistas acusan de ser 'hijo político de Batanero', según la socialista Pilar Barroso. Teresa, responsable de Cultura del Consistorio en la legislatura 1995-1999 y entre diciembre de 1999 y abril de este año, ha sido acusado por Téllez de 'llevarse documentación municipal, borrar archivos informáticos y descontrolar las cuentas de su departamento' mientras estuvo en el cargo.

Dos años de tensión

En Sevilla la Nueva, la inestabilidad de la legislatura que empezó con los comicios municipales del 13 de junio de 1999 contrasta con los anteriores 21 años, en los que Ángel Batanero, del PP, tuvo mayoría absoluta. La puerta del cambio se abrió ese año al lograr el PSOE cuatro concejales y dos el CDS, frente a cinco del PP.

Ambas formaciones acordaron que la socialista Pilar Becerril fuera la nueva regidora. Tres meses después, sin embargo, el socialista Alberto Díliz dejó al gobierno municipal en un empate técnico con la oposición al pasarse al Grupo Mixto. Los populares ofrecieron la alcaldía a Ernesto Téllez, del CDS, y, con los ediles de ese partido, el PP volvió al gobierno.

El pacto se deshizo cuando la denuncia de un vecino sacó a la luz presuntas irregularidades urbanísticas cometidas por Batanero en 1998, durante su último mandato. La más notable es la urbanización de 3.500 metros cuadrados de zona verde y boscosa que separaba un grupo de viviendas de una zona de alto valor ecológico.

La Consejería de Obras Públicas, la Fiscalía de Medio Ambiente y el propio PP abrieron investigaciones para esclarecer el caso. Obras Públicas ha ordenado al Ayuntamiento restituir el bosque original, aunque la decisión está pendiente de decidir qué se hará con los chalés construidos.

La actitud de Téllez entonces -'no miraré para otro sitio; que cada cual aguante su vela', declaró- causó la ruptura del acuerdo de gobierno PP-CDS y la dimisión en bloque de los ediles populares, según Téllez. Batanero la justificó por 'la falta de sintonía con el alcalde'. Con ello, Téllez -que ya había sido expulsado del CDS por 'impago de cuotas', según fuentes del partido, y perdido el apoyo de la otra edil de su partido, María Luisa Vizán- quedó en solitario al frente del Consistorio.

La tensión ha aumentado en las últimas semanas. El pasado jueves, el alcalde suspendió un pleno por los gritos e insultos entre vecinos y ediles. Dos días después, de madrugada, unos desconocidos asaltaron el Consistorio y removieron archivos municipales, lo que ha causado nuevos cruces de acusaciones.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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