AUTE, MÓNICA MOLINA Y JOSÉ MERCÉ HACEN GIRAR A LA LUNA

Hay una flor que sólo existe en la imaginación del cantautor Luis Eduardo Aute, del cantaor José Mercé y de la cantante Mónica Molina. Debe de ser de la familia del girasol, pero sólo sale de noche. Al parecer, gira con la luna. Aute, Mercé y Molina se han embarcado en la tarea de encontrarla este verano por las plazas de toda España. El jueves la buscaban juntos cerca de la casa de uno de ellos, en el coso taurino de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), pegadito a Jeréz, donde nació el cantaor.

Pero no hace falta que haya luna llena; incluso en las noches que el satélite no quiere mostrarse, ni creciente ni menguante, Aute, Mercé y Molina se ponen manos a la obra para encontrar su Giraluna. ¿Qué les une? Aparentemente nada, salvo que los tres cantan con el corazón, que acaso lo tengan en la luna.

Todo surge de un amable disparate: hace unos meses, Mercé pidió a Aute unas letras para su nuevo disco. Aute se puso a ello, pero habría que dejarlo para más adelante porque andaba enfrascado en la película que va a presentar ahora al Festival de San Sebastián. En el ínterin salió lo de pasar Al alba, quizá su a canción más célebre, a la bulería, que Mercé logró de manera sublime. Del lógico 'porqué no la cantamos juntos', se pasó al '¿y en público?'. Luego a soñar con una gira y, para no recordar demasiado al mano a mano que ya rodó Aute con Silvio Rodríguez, añadir la voz hermosa de una mujer que hubiera cantado alguna vez alguna canción suya sin remitirse a las clásicas Ana Belén, Massiel o Rosa León. En el homenaje Mira que eres canalla, Aute! la bella Mónica Molina recreaba con gusto exquisito Las cuatro y diez.

¡Bingo! Ya estaba la terna. Aute, el más poeta, le puso nombre: Giraluna. Y ahí se fueron los tres a la carretera a compartir escenario, público, canciones y sueños. A finales de junio en San Javier (Murcia) y el jueves en Sanlúcar son las dos únicas paradas que hasta ahora han hecho, aunque piensan seguir buscando su Giraluna la semana que viene (día 23) en A Coruña, en septiembre en San Sebastián (7), Vitoria (8), Madrid (14), Oviedo (15), Barcelona (20) y Valencia (28) y en octubre en León (5) y Salamanca (6).

'Es un espectáculo que se va haciendo día a día', reconocía Aute en el tren que iba a llevarle de Madrid a Sanlúcar el mismo día de la actuación. Frente a él, Mónica Molina se preguntaba qué público iba encontrarse esa noche, una zona donde Mercé es mucho más conocido. El cantaor se incorporaría a las dudas mucho más tarde, un poco antes del concierto sin apenas haber tenido tiempo de ensayar con sus dos compañeros de viaje ni probar sonido. Su apretada agenda individual le tiene el verano ocupado de un lado a otro.

Aute aprovechaba el suave traqueteo del moderno ferrocarril para darle retoques a Giraluna, la canción que aún no ha terminado y que debería ser la abanderada de la gira. 'Para el próximo concierto ya debería estar para cantarla juntos los tres', reconoce con preocupación, 'pero tiene una métrica complicada. Trata de la búsqueda de un Giraluna, una flor que simboliza lo imposible, el sueño... en la misma línea que la búsqueda del Santo Grial, la eterna juventud o la piedra filosofal. Pero también, de encuentro con el lado oculto, el que aparecería si la luna se gira'.

Aute intenta explicar esas reflexiones de vagón más tarde a las cinco mil personas que llenaban la plaza de toros de Sanlúcar y le entendieron con la música.