El británico Howell, de 10 años, bate marcas de precocidad
A los ocho años derrotó a un gran maestro. A los nueve se clasificó para el Campeonato absoluto de Gran Bretaña. Y a los diez acaba de lograr un resultado excelente en el torneo de Creon (Francia) contra rivales duros. Es el británico David Howell, que no deja de batir marcas de precocidad.
Nadie habló de casualidades en Londres hace dos años, cuando Howell ganó a John Nunn, uno de los puntales de la selección de su país que logró varias medallas en las Olimpiadas de ajedrez, a pesar de que se trataba de una partida rápida (cinco minutos por bando). El chaval, campeón nacional sub-10 con ocho años, ya era famoso: poco antes había vencido a Harriet Hunt, la mejor jugadora del Reino Unido.
Nunn se había empleado a fondo porque necesitaba ganar a Howell para luchar con otros grandes maestros por los premios en metálico. La víctima no recurrió a las excusas habituales en estos casos: “Howell es muy bueno. Su nivel ya es comparable al de muchos juveniles británicos de 18 años. Todavía hay que esperar para ver cómo evoluciona, pero está entre nuestras grandes promesas”, explicó Nunn entonces a EL PAÍS.
Y estaba en lo cierto. Este año, Howell no logró clasificarse, por muy poco, para la final del Campeonato Británico; sin embargo, la federación le envió una invitación especial, dado que en la edición anterior se había convertido en el participante más joven de la historia. Pero sus padres –Martin, médico, y Angelina, asesora escolar de niños chinos, nacida en Singapur- rechazaron el regalo desde su casa en Seaford, ciudad costera al sur de Inglaterra, porque ya habían hecho sus planes para pasar el verano en Francia.
Pero no exactamente de vacaciones. De camino hacia Creon, cerca de Burdeos, David hizo tablas con el gran maestro Marc Santo Roman en Montpellier y derrotó al maestro internacional Jean Pierre Boudre en Saint Afrique. Y en el abierto de Creon ha logrado, probablemente, el mejor resultado conocido de un niño de diez años: ganó a tres jugadores que no figuran en la lista internacional y consiguió tres puntos en las otras seis partidas, frente a adversarios expertos; sus víctimas fueron la rumana Olarasu, el francés Saucey y el macedonio Cólovic.
Gracias al patrocinio de una empresa de computadoras, los Howell han podido contratar a un entrenador, Glenn Flear, quien le acompañó en su gira francesa. Leonid Barden, el mayor experto en los jóvenes talentos del Reino Unido, descubrió el de Howell cuando éste tenía seis años, y ahora pronostica: "Es realista pensar que, a los 12 años, Howell será el maestro internacional más joven de la historia".
Los padres dan claras muestras de que no pretenden crear un campeón: desconocen el cociente intelectual de su hijo, no le presionan para que se entrene todos los días –como hacen de forma sistemática los mejores ajedrecistas sub-10 de no pocos países- y buscan una educación integral: "Lo importante es su formación humana y académica. Si termina una carrera y luego quiere ser jugador profesional, puede ser una opción válida, pero falta mucho para llegar a eso".
Howell aprendió a jugar a los cinco años, y destaca también en música y matemáticas, como tantos niños prodigio. Pero también disfruta con los cuentos de Astérix, y no parece que sus éxitos deportivos perviertan su carácter: "Noto que el ajedrez desarrolla mi mente. Y además me divierto mucho y conozco otros países".
LA PARTIDA DEL DÍA
Blancas: Olarasu. Negras: Howell.
Al ver lo bien que el jugador de las negras conduce el final, conviene recordar que sólo tiene diez años.
1 d4 Cf6 2 Cf3 g6 3 c4 Ag7 4 Cc3 d5 5 g3 0-0 6 Ag2 c5 7 dxc5 dxc4 8 Da4 Cd5 9 Dxc4 Cxc3 10 bxc3 Ae6 11 Db4 Cc6 12 Da3 Da5 13 Dxa5 Cxa5 14 Cd4 Tac8 15 Cxe6 fxe6 16 0-0 Axc3 17 Ah6 Axa1 18 Axf8 Rxf8 19 Txa1 Txc5 20 Ae4 Rf7 21 Td1 Tc4 22 f3 Ta4 23 Td2 Cc4 24 Td4 b5 25 Ac6 a6 26 Tf4+ Rg7 27 Te4 Rf6 28 Tf4+ Rg7 29 Te4 e5 30 Ad5 Rf6 31 f4 Cb6 32 fxe5+ Rf5 33 Txa4 Cxa4 34 Ag8 h6 35 Ab3 Cc3 36 Rf2 Rxe5 37 Re3 Cd5+ 38 Rd3 g5 39 a3 Cf6 40 e3 Cg4 41 h4 Cf2+ 42 Re2 Ce4 43 hxg5 hxg5 44 g4 a5 45 Ac2 b4 46 a4 Cc5 47 Rd2 b3 48 Ad1 Re4, y Olarasu se rindió.
