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La Diputación de Alicante da 63 millones para un 'trinquet' y niega 43 para un pozo de agua

El alcalde de Parcent ve motivos políticos en la negativa de De España a obra hidráulica

La endémica escasez de los recursos hídricos en la comarca de La Marina Alta ha motivado en los últimos días un cruce de acusaciones entre ayuntamientos gobernados por la izquierda y la Diputación de Alicante, que preside el popular Julio de España. La denuncia más significativa en este sentido la ha formulado el alcalde independiente de Parcent, Pere Joan Far, que gobierna con el apoyo de una coalición de partidos de centro-izquierda. Far asegura que la Corporación provincial ha negado 43 millones para construir un pozo de agua, básico para garantizar el suministro a sus vecinos, y por contra sí ha concedido 63 millones para construir un trinquet en la localidad de Castell de Castell, municipio gobernado en este caso por el PP.

El primer edil de Parcent califica de 'inaceptable' la política que el PP está practicando en las instituciones donde gobierna. 'El agua es el futuro de un pueblo y la gestión que están realizando [el PP] no es la adecuada, porque nos dejan fuera de las ayudas públicas', argumenta Far.

En el mismo sentido se ha manifestado el diputado provincial del PSPV y concejal en Benissa, Jaume Castells. El diputado lamenta que la política hídrica del PP sea 'de poner parches, pero no buscar soluciones, estamos ante una chapuza continua'. El diputado socialista recuerda el lamentable estado en el que se encuentra la red de agua potable en algunas localidades que durante el verano, por la masiva afluencia de turistas, ven como el consumo se dispara. Castells también descalifica las propuestas que ofrece la Diputación para solucionar el déficit hídrico en estas poblaciones de La Marina Alta. 'Julio de España propone alternativas que no vemos ni en Tanzania, a base de coches cuba y decenas de personas haciendo cola para abastecerse', subraya el diputado del PSPV. Otras deficiencias que, a juicio de Castells, todavía no se han corregido son las que afectan a la planta potabilizadora de Dènia, que se ha quedado pequeña y es insuficiente.

Por otra parte, el diputado provincial y concejal del Bloc en Dénia, Sebastià García, resalta que en la capital de La Marina Alta el problema del agua 'es más de calidad que de cantidad', ya que el suministro está garantizado pero el agua no es apta para el consumo humano.

Esta situación también se reproduce en las poblaciones de Calp y Xábia. Aquí, a las periódicas restricciones, se suman cortes del suministro, o bien recomendaciones desaconsejando su consumo, debido a su contaminación por lodos y barros a causa de las lluvias torrenciales.

En otros casos, los ayuntamientos y mancomunidades buscan pozos de agua, que en algunos casos compran a particulares, para garantizar unos recursos mínimos, y de baja calidad, debido a exceso de nitratos, como en las poblaciones de Llíber y Xaló.

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La carencia de agua que sufren los vecinos de la comarca de La Marina Alta contrasta con la situación excedentaria de La Marina Baixa, máxime a partir de la entrada en funcionamiento del travase del Taibilla (Murcia) al pantano del Amadorio.

Estas poblaciones, y en especial la capital de la Costa Blanca, Benidorm, donde durante los noventa los cortes del servicio se repetían cada verano, han pasado a gozar en los últimos años de un suministro estable. Y ello merced a los proyectos en obras hidráulicas que ha impulsado el PP desde las instituciones donde gobierna, como es el caso de la Diputación.

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