Época de rebajas en la programación
El verano es época de saldo, y no sólo en los grandes almacenes. En las rebajas comerciales conviven los productos de calidad con los ínfimos, y lo que sucede es que, conforme el calendario avanza, desaparecen unos y quedan otros. El saldo televisivo, en cambio, no requiere de artimañas y permanece igual a sí mismo a lo largo del verano porque los programadores saben que la batalla competitiva se da en el invierno. No hay gangas. Ya puede el espectador remover en la programación, que lo único que logrará será una embolia. A veces las cadenas generalistas aprovechan para ensayar formatos nuevos que luego mantienen el resto del año, pero lo normal es que sirvan mercancía hecha con retales viejos y con alto grado de toxicidad.
Todo se recicla. Las ideas que sirvieron en el invierno sirven para el verano, sólo que con menos medios y con un tufillo a alimento ya pasado. Esto es más evidente en los programas basados en el corazón. Incluso los de nueva factura, como Nada personal (Tele 5), Ahora y Rumore, rumore (Antena 3), tienen aire a caduco. Las mismas bromas, las mismas historias mil veces contadas, los mismos reportajes con una estridente voz en off pretendidamente irónica, pero ya sin gracia de tanto usada. Y lo peor, la falsa alegría de quienes prestan su rostro en tan descorazonadora tarea.
Una especie que desembarca con renovado ímpetu en estas fechas es el talk show, muy socorrido porque resulta tan barato que no precisa más que un presentador y unos invitados dispuestos a olvidar su pudor en casa. Hay dos este verano, El diario de Patricia (Antena 3), que se suma a Ésta es mi historia (TVE-1), con los temas de siempre: la gordura, las relaciones entre padres e hijos o el piercing. Otros frutos de temporada son los programas de karaoke, los de tomas falsas, los de vídeos domésticos, los de cámara oculta, los de refritos varios y los de chistes. De los dos primeros no hay noticias, aunque todo se andará. De vídeos domésticos tenemos Vídeos, vídeos (Antena 3); para tomar el pelo al personal callejero, In fraganti (TVE-1); de refritos, La batidora, y de chistes, Esto no es serio (ambos en Antena 3).
Pero donde sin duda las cadenas dan el do de pecho es en el programa veraniego-veraniego, es decir, aquel que necesita una piscina o la orilla del mar como telón de fondo. Las estrellas del momento son los concursos Fort Boyard (Tele 5) y El flotador (TVE-1), que por no tener no tiene ni el agua en la que meter el salvavidas. Eso sin contar, claro, con las irresistibles galas veraniegas. Tiempo al tiempo.
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