El BNG pide a la Junta Electoral que impida un 'pucherazo' en Galicia

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) recurrió ayer de nuevo a la Junta Electoral para pedirle que exija del Gobierno una actitud más decidida a fin de garantizar la limpieza del voto de los emigrantes e impedir un 'pucherazo' en las elecciones autonómicas del próximo octubre. El grupo nacionalista acusa a la Administración de 'no haber hecho prácticamente nada' para cumplir las directrices que la propia Junta Electoral marcó el pasado mes de junio con el objetivo de evitar fraudes en los sufragios de los residentes ausentes.

El BNG y el PSOE habían recurrido a la Junta Electoral el pasado junio después de que se revelasen numerosas irregularidades en el censo de emigrantes (en Buenos Aires había inscritos 40 veces más centenarios que en Galicia). El sistema de voto por correo en el extranjero no garantiza, según denunciaron ambas fuerzas políticas, que se pueda suplantar la identidad de un votante ya fallecido o cuyo cambio de domicilio no se ha hecho constar en el censo.

La denuncia tuvo un efecto fulminante, ya que en apenas un par de días la Oficina del Censo Electoral depuró el listado de residentes ausentes (CERA) de Buenos Aires, donde se rebajó de 473 a 18 el número de centenarios inscritos. Poco después, la Junta Electoral emitió una declaración en la que pedía al Gobierno que extremase las garantías para alejar las sospechas de fraude. En las anteriores autonómicas de 1997, el PP logró casi el 70% de los votos de los residentes ausentes, lo que le permitió arrebatar un escaño al BNG.

Ante las recomendaciones hechas en su día por la Junta Electoral, la Administración, según el BNG, sólo ha cumplido en lo que se refiere a la depuración del censo. El BNG insiste en que la Administración debería llegar a acuerdos con los servicios de correos de otros países para evitar prácticas como que una misma persona envíe a España varios sufragios o que los funcionarios no exijan al votante su identificación.

El BNG también se queja de los criterios 'discrecionales' de la Administración para dar de baja a algunos votantes o registrar a otros nuevos. Para subrayar las numerosas incorrecciones en los datos en el censo, los nacionalistas divulgaron una comunicación que les remitió la Oficina del Censo en la que ésta admite que en las elecciones generales del pasado año una de cada cuatro papeletas enviadas al extranjero fue devuelta al no aparecer su destinatario.