Hasta que el guión nos separe

Las series de ficción sobreviven a menudo a sus protagonistas. Una de las producciones españolas que más ha sufrido la fuga de sus actores ha sido 7 vidas (Tele 5). Para justificar su salida, los guionistas se esfuerzan por buscar argumentos creíbles. Y así, los creadores de 7 vidas han optado por enviar a Paco (personaje al que da vida Javier Cámara) a concursar al programa Supervivientes. Es todo un guiño para una serie que ha superado ya la marcha en anteriores etapas de Toni Cantó, Paz Vega y Blanca Portillo. La incógnita es saber cómo afrontará el público la llegada del informal Florentino Fernández, que tomará el relevo de Cámara.

José Coronado, hasta el pasado 9 de julio Luis en Periodistas (Tele 5), ha sido otro de los fugados de la televisión. Quería hacer cine, pero al mismo tiempo comentaba: 'Dejamos las puertas abiertas, y si me lo permiten los rodajes, haré alguna visita'. Una decisión que sólo ofrecía una alternativa a los guionistas. Un final abierto. En el último episodio, el hasta entonces jefe de local del Crónica se despedía con un billete de avión (quizá sólo de ida) rumbo a Miami y un nuevo trabajo en un diario estadounidense.

Eva Santolaria y Antonio Hortelano también han abandonado Compañeros (Antena 3) para bañar sus carreras en el celuloide. Con los dos actores se va un tándem (Valle y Quimi) responsable en gran medida del triunfo de la serie desde su estreno, la primavera de 1998. No obstante, cuando se le pregunta a Manuel Ríos quién domina a los personajes, ¿los actores o los guionistas?, el director de Compañeros responde contundente: 'Los guionistas'. Y se justifica. 'Ya en su momento decidimos que, cuando la pandilla acabara el colegio, sólo se quedarían un par de ellos'.

Un ejemplo de esa falta de poder de los actores sobre el porvenir de sus personajes es el de ¡Ala... Dina! (Televisión Española). La gaditana Paz Padilla, que hasta el pasado mayo interpretaba a la protagonista, dejó la serie cuando faltaban cinco episodios para concluir la temporada. Efectos especiales en ristre, los argumentistas urdieron una creativa solución que sólo la magia podía justificar.

Afortunadamente, Dina era una genio y la actriz Miriam Díaz Aroca estaba disponible para tomar el relevo (y el cuerpo) del personaje. Dina se despertó un día invisible y cuando volvió a hacerse visible tenía un nuevo cuerpo: el de Díaz Aroca. El cambio de apariencia se justificó por su amor a Tomás (Gary Piquer). En cuanto a la marcha de Paz Padilla, según los responsables de ¡Ala... Dina! se debió a cuestiones familiares.

En el caso de José Luis Cantero, El Fary, su amenaza nunca consumada de abandonar Menudo es mi padre (Antena 3) se debió a una disputa económica. Su indecisión sumió en tal zozobra a los guionistas que al final de una de las temporadas comenzaron a buscarle una salida. 'En el capítulo 27º le pegamos dos tiros', recuerda Manuel Ríos, creador entonces de la serie, que luego dirigiría.

En el siguiente episodio, El Fary se salvó. Pero concluido Menudo es mi padre, en 1998, cuando Ríos y el resto del equipo empezaban a perfilar los personajes de Compañeros, decidieron consumar una peculiar venganza. Crearon a Luis (Pepo Oliva), el padre de Valle. 'Luis es el nombre de El Fary', explica Ríos. Además, los dos eran taxistas. 'Lo íbamos a matar en el 5º capítulo', confiesa. 'Luego pensamos hacerlo en el 9º, en el 14º... Estamos en el número 100 y todavía no hemos acabado con él'.