La presión derrotó a Mario Pestano

Torpe, agarrotado, lento, Mario Pestano logró en la mañana clasificatoria un lanzamiento máximo, en el tercer intento, de 56,58 metros; a 10 metros de su mejor marca, a seis de la que le habría dado el pase a la final. 'Me ha ganado la presión', dijo el lanzador canario que hace menos de un mes lanzó 67,92 metros en el campeonato de España y que llegaba a Edmonton con posibilidades de luchar por la medalla. 'Según pasaba la serie veía que era más fácil clasificarse, y que al final lo podía haber logrado con un lanzamiento de 61,86, una marca que hago con regularidad, pero la presión pudo más que mis ganas'.

Otro derrotado ilustre de la mañana fue el norteamericano John Godina, el ganador de peso que aspiraba a un doblete histórico. Un mejor disco de 57,19 metros le hizo bajar a la realidad. Un niño comparado con la élite de la especialidad (el más joven de los grandes es el lituano Virgilius Alekna, que tiene 29 años), Pestano se confesó desbordado por la dimensión del Mundial. 'Ahora se trata de trabajar, trabajar, trabajar y de coger experiencia. Es impresionante estar en ese círculo de lanzamiento. Para que te salgan bien las cosas hay que tener una mente friísima y controlar muy bien las emociones. Y eso se gana con experiencia'.