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Crónica:BARCELONA | LA LIDIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Las tablillas locas

En la plaza Monumental, como en otras plazas de toros, hay dos tablillas con la reseña de los toros que se van a lidiar, una en los pasillos de la plaza y otra en la puerta de toriles. Pues bien, en esta ocasión parecían estar locas: una decía una cosa y la otra, otra. En la de los pasillos le asignaban cuatro toros a Juan Pérez Tabernero y en toriles tres se asignaban al hierro de su madre, María Lourdes Martín, mientras que el sexto figuraba anunciado en toriles lacónicamente como de Pérez Tabernero, familia que, como es sabido, posee gran cantidad de hierros. Y, además, el segundo sobrero lidiado en quinto lugar en la tarde de ayer, era, en pasillos de Badía Hermanos y en toriles de Antonio Pérez. O sea, para abreviar, toda la información ofrecida no fue más que un cúmulo de despropósitos que hace que cuanto figura en la ficha que encabeza estas líneas se deba únicamnete a la deducción.

Martín / Armillita, Tato, Moreno

Toros 1º, 2º y 4º de María Lourdes Martín; 2º (sobrero) de Badía Hermanos; 5º (sobrero) de Antonio Pérez y 6º de Pérez Tabernero, una corrida lógicamente desigual en todo, menos en el poco juego. Armillita, silencio y ovación. El Tato, silencio tras aviso y silencio. José Luis Moreno, silencio y aplausos tras dos avisos. Plaza Monumental, 5 de agosto. Algo más de un cuarto de entrada.

La corrida, en conjunto, tuvo muy pocos pases y escasísimas fuerzas. Con ella se despedía del coso de Barcelona el torero mexicano Armillita, que sólo pudo apuntar detalles de su reconocida clase en su deslucido primero. En cambio, como su segundo, sin ser gran cosa, se dejó hacer y tuvo una cierta nobleza, pudo hilvanarle una faena de corte exquisito, con muletazos lentos, ligados y de mucho sabor y temple.

Fue un muleteo para saborearlo y que no todo el mundo captó, porque en la plaza Monumental de Barcelona había muchos turistas y también algunos que, sin serlo, lo parecían. Dos pinchazos y una corta desprendida le privaron al mexicano Armillita de un posible trofeo, pero tuvo que salir al tercio a recoger una merecida ovación. ¡Qué lástima que este torero, después de su primera época, no haya apretado el acelerador más a fondo en España!

El Tato volvió a apechugar en Barcelona en agosto con una de esas corridas imposible que desesperan a los toreros. A un primer toro, flojo y que se pasó media lidia escarbando, lo consintió con valor, intentando el lucimiento, obligando mucho y sacando algo, sobre todo en la primera mitad de la faena, muy premiosamente rematada con estoque y descabello.

El quinto toro, de los Bayones, fue devuelto a los corrales y el sobrero tenía muchos problemas, por lo que el Tato optó, sin darle mucha coba, por un breve macheteo, estando esta vez breve con el estoque.

El tercero de Los Bayones, también fue devuelto a los corrales por su invalidez y el sobrero no dio facilidades, por lo que a José Luis Moreno, aunque le costó acoplarse, estuvo valeroso y sin pestañear ante las dificultades. El sexto toro tuvo algo más de poder que sus hermanos, pero llegó a la muleta violento y bastante descompuesto. José Luis Moreno tardó algo en poder centrarse con él, pero cuando lo hizo ejecutó alguna serie excelente, con mando, entrega y riesgo. Como la faena fue larga y, además, el toro fue levantado por el puntillero después de un pinchazo hondo y estocada corta, tardando en doblar definitivamente, llegaron dos avisos.

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