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CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Pablo Mosés y Nominika-Bi resucitan el U-Zona Reggae

La fiesta 'rasta' de Torelló cierra con una vibrante noche jamaicana

T orelló (Barcelona) comenzó a perder en la mañana de ayer el espectáculo tricolor -el rojo, el amarillo y el verde de patria de Bob Marley- que acompaña al festival U-Zona Reggae. Un repique de tambores, a mediodía, puso fin a la fiesta rasta y despidió a las 9.000 personas que han vivido durante dos días al son de los ritmos jamaicanos. La resaca de 48 horas consecutivas de reggae dejaba al final buen sabor de boca gracias a los conciertos de la noche del sábado al domingo, que resucitaron el U-Zona Reggae, mermado musicalmente en la primera jornada por la inesperada ausencia de Rico Rodríguez, con las vibrantes actuaciones de los senegaleses Nominika-Bi y el jamaicano Pablo Mosés.

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Los refrescantes y contagiosos ritmos de Nominika-Bi y Pablo Mosés se apoderaron rápidamente del público en la segunda y última jornada del festival. Pero la sombra del león Marley sigue dominando la selva del reggae incluso dos décadas después de su muerte. La organización del festival sorprendió al público con un pequeño homenaje al jamaicano. Los primeros acordes del célebre No woman, no cry congregaron en la zona de conciertos a la práctica totalidad de las 9.000 personas que ocupaban el recinto a las once en punto de la noche del sábado, justo cuando cesó una fina lluvia que no consiguió enfriar el ambiente.

La proyección de la imagen de un sonriente Bob Marley sobre una humareda con los colores de la bandera jamaicana y un pequeño acompañamiento pirotécnico fueron suficiente para emocionar al público después de una tarde del sábado a medio gas. El acelerón de Nominika-Bi llevó a todo el mundo a la zona de baile. Su reggae africano (cantan en wolof, en sérerè y en francés) justificó el porqué de festivales como el de Torelló.

Luego le tocó el turno a la estrella de la noche, el jamaicano Pablo Mosés, conocido como el rey del sueño revolucionario, que con su música recordó la leyenda de aquel emperador Ras Tafari, el hombre que debería hacer libre a la raza negra de la temida Babilonia. El también jamaicano Shedrock presentó un reggae contundente y Colum & the Newland Band se encargó de cerrar la fiesta, a punto ya de salir el sol, con el esperanzador mensaje de unidad y libertad de sus canciones.

U-Zona Reggae no ha conseguido en su novena edición tocar su techo en cuanto a público, 9.000 personas, según su organizador. Pese a ello, la próxima edición, 'sin perder su ambiente familiar', contará con más espacio y la colaboración con otros festivales reggae europeos.

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