Desbandada inminente en el campamento de Sintel
'Mañana, desbandada general'. Con esta frase recibieron ayer los trabajadores de Sintel, acampados en el madrileño paseo de la Castellana desde enero, la noticia de que el conflicto toca a su fin. Los habitantes del campamento comenzaron anoche a preparar sus maletas con la convicción de que no pasarán otro fin de semana bajo esas tiendas de campaña. Algunos hacían cola frente a las duchas para acicalarse antes de su regreso a casa. Los brindis con cava vaticinaban que darán hoy su sí definitivo a la oferta del Gobierno de recolocar a la mitad de la plantilla y prejubilar al resto. La aprobación de un crédito de 2.500 millones de pesetas para pagar parte de los salarios atrasados ha sido la clave para desbloquear el conflicto laboral más sonoro de los últimos tiempos.
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