El búho de Vallecas
El fondista Alberto García se entrena en Vallecas de madrugada para adaptarse al horario de Edmonton
Las noches de Vallecas se están viendo sacudidas en los últimos días por una pequeña figura, un cuerpo de 163 centímetros de estatura y apenas 53 kilos de peso, que corretea por las calles cronómetro en mano. Se trata de Alberto García (30 años), bronce en el Campeonato del Mundo de Lisboa de 3.000 metros en pista cubierta y Campeón de España de 5.000. 'He empezado a entrenarme por la noche para adaptarme al horario de Canadá ya que allí son ocho horas menos.'
El fondista participará en los Mundiales de Edmonton que comienzan el próximo viernes. Correrá los 5.000, prueba de la que posee el récord de España con 13m 02, 54s. Para acostumbrarse, García se acuesta a las seis de la mañana y se despierta a las tres de la tarde. A las siete realiza un primer entrenamiento. 'Es una serie fuerte, ya que es a la misma hora que las eliminatorias del día 6, a las 11 de allí'. A las tres de la mañana realiza otro entrenamiento. 'Me siento fenomenal a esa hora. No hay coches que te molesten y la temperatura es mucho más agradable'. El resto del día, una sobredosis de películas le ayuda a no caer de nuevo en el horario español.
Comenzó con los entrenamientos nocturnos el pasado domingo y va a continuarlos hasta el viernes, día que viajará a Edmonton. El atleta tendría que estar ya allí con la primera expedición española, pero tenía razones para quedarse y la Federación le respetó. 'Yo soy un tipo muy familiar. Me gusta estar con mis padres y con mi novia antes de las pruebas. Me relaja'. Ello explicaría su pobre actuación en los Juegos de Sydney, donde fue 16º. 'Me pasaba ocho horas encerrado en una habitación pensando continuamente en las pruebas y, claro, me ponía nervioso'.
La figura de Alberto García lleva implícita el triunfo de la humildad y sus sesiones nocturnas sirven para corroborarlo. Después de 12 años de duros entrenamientos se ha convertido en una de las grandes esperanzas del atletismo español para el Mundial. Su mayor fortaleza, la mentalidad: 'Ahora todo me sale bien y si corro es porque la cabeza corre'. Hace menos de un mes, en Estocolmo, sorprendió a todos al ganar a los reyes de la modalidad, los kenianos, con un registro de 13m 04, 86s. 'Estocolmo fue una carrera muy importante para mí ya que hacía nueve años que un fondista de raza blanca no ganaba esa prueba'.
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