Fallecen los tres miembros de una familia arrollados por un camión con gasóleo

Un camión cargado con 30.000 litros de gasóleo de calefacción se quedó ayer sin frenos en una travesía del pueblo madrileño de Villar del Olmo y mató a los tres ocupantes de un Renault 21 que circulaba en su misma dirección. Los fallecidos fueron una familia de San Fernando de Henares, compuesta por Juan C. R., de 31 años; María del Pilar D. A., de 30, y el hijo del matrimonio, Rubén, de tres años. Otras cuatro personas resultaron heridas, entre ellas el conductor del tráiler, que sufrió una crisis nerviosa. El vehículo, tras chocar contra la pared de una vivienda derramó 10.000 litros de combustible. Parte cayó a un río cercano y al alcantarillado del municipio.

Los hechos se produjeron a las 10.30, cuando el camión, de la marca Pegaso, se dirigía al municipio de Olmeda de las Fuentes. Entró en Villar del Olmo y, al tomar la calle de Madrid, se quedó sin frenos. La vía es una cuesta muy pronunciada, por lo que el vehículo se embaló debido también a la carga que llevaba.

En su recorrido se encontró con un Renault Laguna, en cuyo interior viajaban una pareja de unos 70 años y su nieto. El conductor intento esquivar al camión al meterse por una calle limítrofe. El trailer desplazó al turismo al que empotró contra un poste de la luz. El menor sufrió un traumatismo abdominal y, tras ser atendido por una UVI móvil del Insalud, fue trasladado en un helicóptero del Servicio de Emergencias y Rescate de la Comunidad de Madrid (Sercam) al hospital Doce de Octubre, en la capital, con pronóstico grave. El matrimonio presentaba contusiones múltiples.

El camión continuó bajando y arrolló a un Renault 21 en el que viajaba la familia de San Fernando. La virulencia del choque hizo que el vehículo se convirtiera en un amasijo de hierros. También quedó destrozado el corral en el que empotró al turismo. El matrimonio, que viajaba en los asientos delanteros, falleció en el acto. Un vecino de Villar del Olmo, Adón Arranz, rescató con vida al menor, pero, cuando lo llevaba a un lugar seguro, murió.

El camión continuó bajando unos 40 metros más. El conductor frenó el vehículo rozando la cabina y el remolque con las paredes de las casas. El golpe provocó que un depósito de la cisterna cargado con 10.000 litros se rompiera, derramándose la carga. La contaminación fue 'mínima', según fuentes del Gobierno regional.