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Una exposición refleja cómo el cine actual se apropia de la fuerza vital del espacio urbano

El montaje, abierto hasta noviembre en el CCCB, incluye filmes, fotografías y objetos

Según constatan Jordi Balló y Andrés Hispano, guionistas y directores de la exposición La ciudad de los cineastas, la relación de la realidad con el cine es cada vez más estrecha. Incluso la lucidez de ciertos directores permite avanzar ciertas reflexiones que afectan a la concepción contemporánea del espacio. Su mirada premonitoria se convierte luego en una realidad constatable. Balló puso como ejemplo a Pasolini y su utilización de los territorios desurbanizados en el límite de las ciudades. 'Él supo ver la importancia que tendrían estos espacios y constató que en ellos se hallaba la vida misma', afirma. Precisamente, la exposición arranca con imágenes del filme de Nanni Moretti Caro diario, en el que el propio director del filme aparece montado en una moto en busca del lugar donde fue asesinado Pasolini.

La exposición se divide en varios apartados que establecen la visión del moderno territorio de convivencia expresado en diferentes concepciones cinematográficas. El cine realizado en Hong Kong, por ejemplo, demuestra que en las ciudades superpobladas aún tienen cabida las sentimentales historias de amor. Y el cine de Kevin Smith postula que en los espacios públicos puede desarrollarse la intimidad y la vida privada hilvanando las vidas de sus personajes en lugares como los videoclubes y los centros comerciales.

La violencia en estado latente, que puede estallar de manera repentina en las ciudades, es otro de los escenarios reales que dibuja la exposición. En este caso, uno de los cineastas escogidos para reflejar esta situación es el japonés Takeshi Kitano, que como personaje televisivo en Japón muestra una cara muy diferente a la reflejada en las violentas películas que realiza. Ambas facetas opuestas quedan representadas en la exposición. Los guetos, con imágenes de Barrio, de Fernando de León; los lugares de tránsito continuo, con una instalación de Chantal Ankerman, y los espacios que reflejan un desorden mental, como las inquietantes estancias de David Lynch, son otros de los territorios representados en la exposición.

La escenografía de La ciudad de los cineastas ha sido diseñada por el arquitecto por Enric Ruiz-Geli, que se vale de la moderna tecnología para establecer una ambientación representativa de cada uno de los apartados. Esta exposición es una iniciativa incluida en la trienal Barcelona Art Report 2001 y podrá visitarse hasta el 25 de noviembre. Gracias a un acuerdo con distintas empresas de exhibición cinematográfica, como el Grupo Balañá, Casablanca, Cinesa, Lauren, Maldà, Méliès, Renoir, Truffaut y Verdi, a los espectadores que asistan a una de las programaciones de sus salas se les obsequiará con entradas para poder visitar la exposición.

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