_
_
_
_
Reportaje:Decimocuarta etapa | TOUR 2001

El cascarrabias

Hace once años, Miguel Induráin ganó en Luz Ardiden. Llegó a la curva del último kilómetro con Greg LeMond y acabó batiendo al estadounidense. En esa curva estaba apostado un grupo de vascos, llegado en autobús. Entre ellos estaba Roberto Laiseka, entonces amateur, proyecto del ciclista. 'Me acuerdo como si fuera hoy', relata él mismo: 'Traje una cámara fotográfica, de ésas alargadas. Pero dentro de la bolsa se abrió un yogur y me quedé sin cámara. No pude sacar ni una foto'. Ayer volvía a coincidir casi toda la cuadrilla allí mismo, en la misma curva; vestidos esta vez de naranja. Sólo que uno de ellos, el mismo Roberto Laiseka pero once años mayor, ya profesional, estaba al otro lado de la valla, montado en una bicicleta y a punto de festejar su primer triunfo en el Tour, el primero del Euskaltel en la grande boucle.

Fue un día histórico para su equipo. El Euskaltel estaba como en casa, a dos horas de San Sebastián. Miles de aficionados en las cunetas. Una invasión naranja. Entre la multitud del Tourmalet estaba Karmele, la novia de Laiseka, que no debía intuir que él acabaría ganando. Él y su equipo tampoco lo tenían claro en Tarbes, al comenzar la etapa. Julián Gorospe respondía en la salida, ante la pregunta de las posibilidades de victoria de su corredor: 'No sé, no sé. Ayer tuvo calambres...'. Laiseka ahondaba en el asunto. 'Pasé el día malo, con una deshidratación. En Saint Lary no podía ni dar pedales. De no ser por la afición, que me ofrecía agua y me daba ánimos, me habría ido para casa', comentaba tras la meta, sentado en una silla.

Laiseka parece tener una doble cara. El sábado sufre un 'día malo' y al siguiente gana en Luz Ardiden. Algo difícil de explicar. Además, en el primer puerto importante del día, en Aspin, se dejó caer en el pelotón, como si tuviera problemas. ¿Táctica Armstrong? 'No, es que no había que ir a tope hasta que llegara el final. Ya han trabajo los demás del equipo, desde el primero hasta el último minuto'. Evadía la pregunta.

Laiseka transmite una doble personalidad. Por un lado, es un tipo chisposo, con aire rural y mirada desconcertante. 'Nací el 17 del 6 del 69 en Gernika (Vizcaya), aunque me hice en Algorta, desde los seis años. Soy hijo único. Mi novia, Karmele, es también periodista...'. Por otro, le conocen como El cascarrabias dentro del pelotón y en las asambleas del sindicato de ciclistas. Él mismo lo admite. 'Será porque siempre estoy hablando y me da por decir cosas como: 'siempre frena el mismo'. Pero las nuevas generaciones son demasiado serias. Yo lo hago por dar vidilla a la carrera'. Además, se recuerda su estéril pugna con Txente García Acosta en Ciudad Rodrigo, durante la Vuelta a España, o este año, que se ganó una enemistad con el ONCE-Eroski en la subida a Arrate.

Laiseka es el único corredor que perdura en el equipo desde su fundación, hace ocho años. 'Parecía que íbamos a durar un telediario, y mira, hemos ganado dos etapas en la Vuelta y una en el Tour, nos hemos hecho grandes y este año hemos comprado un autobús', comenta. Ha ganado las tres etapas más importantes en el historial del Euskaltel. Pero la de ayer fue la mejor: 'Esto es como ganar unos JJ OO. Llevamos todo el año Pirineos arriba, Pirineos abajo. Hablando de ellos, entrenándolos mucho. Y vamos al final, y metemos el gol'.

Al llegar a la meta, sufriendo porque volvían los calambres de la víspera, iba hablando para sus adentros. Se acordaba de sus padres, que seguían la etapa por la televisión y 'seguro que estaban discutiendo por quiénes vienen detrás'. Luego, ya en frío, empezó a recitar nombres: 'Mis padres, Miguel Madariaga , la familia Otxoa, mi novia, el lehendakari, la afición... y la Virgen'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_