La población reclusa de la Modelo aumenta el 22% en siete meses

Hasta ahora, muchos de estos detenidos que ahora ingresan en prisión quedaban en libertad porque el fiscal no reclamaba cárcel para ellos, una condición imprescindible para que el juez acuerde esta medida desde que hace cinco años se modificó la Ley de Enjuiciamiento Criminal. "Si los fiscales piden más veces la prisión es lógico que los jueces de guardia las acuerden en más ocasiones", asegura Joaquim Bayo, juez decano de Barcelona. En su opinión, "los jueces no hacen más que actuar en coherencia y aplicar la legalidad en función de cada circunstancia".

El aumento más espectacular en la población reclusa de la Modelo se produjo a principios de año, cuando entre febrero y marzo ingresaron en esa cárcel 112 presos más de los que había, hasta alcanzar las 726 personas. Justamente en esa época, todas las instituciones ultimaron un frente común contra la delincuencia en Barcelona, que se materializó el 15 de febrero, cuando el alcalde de la ciudad, Joan Clos, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas, entregaron su plan de actuación al Ministerio del Interior. El plan proponía diversas medidas, algunas de las cuales ya se están aplicando. La fiscalía nunca anunció un cambio de actitud abiertamente, pero empezó a aportar, de manera solapada, su granito de arena a ese pacto. Y ahí está la estadística actual.

Incremento en la Trinitat

Entre marzo y junio, los presos preventivos de la Modelo se estabilizaron, pero la llegada de las vacaciones y la mayor presencia de turistas en Barcelona aumentó de nuevo los delitos más comunes, como los robos con violencia o intimidación. Eso se tradujo también en más detenidos y, en consecuencia, más peticiones de cárcel de la fiscalía y más ingresos en prisión.

En el caso de la prisión de jóvenes de la Trinitat se ha producido igualmente un aumento de la población reclusa. De los 60 presos preventivos de hace un año se ha pasado a 111 jóvenes de entre 18 y 21 años, pues en enero entró en vigor la Ley del Menor, que aumenta la mayoría de edad penal, situada hasta entonces en los 16 años.

Actualmente, sólo uno de cada cinco presos que hay en las cárceles de Cataluña está a la espera de juicio, algo insólito hace sólo unos años. Según la última estadística facilitada por el Departamento de Justicia de la Generalitat, referida a la semana pasada, la población reclusa era de 6.347 personas, de las que 1.262 estaban a la espera de juicio. Hace un año había 6.115 reclusos, de los que 1.042 eran preventivos. Y la delincuencia sigue siendo cosa de hombres. El número de preventivos ha crecido en 221 hombres en un año de 941 a 1.162, pero sólo hay una presa más que en julio de 2000 esperando que se la juzguede 100 han pasado a 101.

El endurecimiento de la postura de la fiscalía cuando un detenido pasa al juzgado de guardia se centra en la ciudad de Barcelona, pero afecta a otras ciudades. Eso se refleja en las cifras oficiales, pues sólo en dos de las ocho cárceles que acogen presos preventivos hay menos reclusos esperando juicio que hace un año. Son las prisiones de Girona y de Quatre Camins. En la primera se ha reducido en 15 el número de presos preventivos -de 50 a 35-, mientras que en la segunda se ha pasado de 12 a 10.

En el resto de prisiones se produce un hecho similar al de Barcelona. Así, en la sección de preventivos de Tarragona ha habido un aumento de presos preventivos de 67 a 89. En Figueres, de 72 a 91, y en Brians se ha pasado de 35 reclusos a 48. Finalmente, en la cárcel de Ponent los presos preventivos se mantienen en la misma proporción, pues en un año sólo han aumentado de 69 a 70.

En el conjunto de Cataluña, la cifra de preventivos tampoco ha dejado de crecer progresivamente en los últimos siete meses, aunque, como en el caso de la Modelo, el mayor incremento se produjo de febrero a marzo, cuando la fiscalía empezó a endurecer su postura y en un mes creció en 112 la cifra de preventivos.