Democracia en Europa
En su artículo Los de Seattle (16 de julio de 2001), el sociólogo euroescéptico Ralf Dahrendorf dice que 'a pesar de las buenas palabras pronunciadas por el presidente del Consejo de la UE -el primer ministro belga, Verhofstadt-, no es probable que la Unión se convierta en una entidad democrática en el sentido estricto del término'. ¿Por qué hemos de resignarnos a que la Unión continúe siendo una entidad antidemocrática 'en el sentido estricto del término'? Los ciudadanos europeos tenemos la obligación de favorecer una Unión Europea que sea democrática; cuyos representantes sean elegidos democráticamente y respondan ante el pueblo. En este sentido, es ejemplar el editorial de EL PAÍS del día siguiente (Impuesto europeo', 17 de julio) y, especialmente, su último párrafo. De hecho, los medios de los que dispone la Unión son claramente insuficientes para afrontar de forma coordinada e integrada una crisis económica.
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