Jordi Pujol defiende con énfasis a la policía por el desalojo de los 'okupas'
Libertad con cargos para los 19 detenidos
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, defendió ayer con énfasis la actuación de la policía durante el desalojo de una casa en el barrio barcelonés de Gràcia que finalizó con la detención de 19 okupas. El líder catalán aseguró que no le parecía normal que 'en una sociedad moderna' se critique de manera sistemática a la policía y defendió que los agentes del orden, al igual que los jóvenes okupas, tienen derecho a ser tratados 'con justicia'.
Los enfrentamientos entre policías y manifestantes en Gràcia se produjeron cuando un grupo de okupas empezó a lanzar todo tipo de objetos a los agentes desde la Kasa de la Muntanya, después de que otro inmueble vecino hubiera sido desalojado pacíficamente. La policía acabó entrando en la vivienda y detuvo a 14 okupas, lo que provocó que se viviera en el barrio una batalla campal. Unos 50 jóvenes quemaron contenedores de basura, paralizaron un autobús en la calzada y arrojaron decenas de botellas de vidrio a la policía. Otras cinco personas fueron detenidas.
Pujol sostuvo que 'en una sociedad bien equilibrada, una sociedad moderna y europea, no hay una voz que sistemáticamente critica a la policía'. En su opinión, 'si estas cosas continúan ocurriendo, la policía dejará de actuar con el mínimo de eficacia que requiere'. El presidente de la Generalitat cree que 'los okupas tienen derecho a que la gente los considere, a ser tratados con justicia, pero la policía también tiene estos derechos'. Pujol advirtió de que estos hechos implican que 'algunos lugares, como Barcelona, empiecen a tener fama en todo el mundo por su inseguridad', si bien matizó que con sus palabras no quería criticar al Ayuntamiento de la ciudad, 'sino a la gente que sistemáticamente critica el papel de la policía'.
Hacía tiempo que Pujol no defendía con tanto énfasis una actuación del Cuerpo Nacional de Policía generadora de polémica. El pasado mes de junio, por ejemplo, a propósito de la carga policial realizada al finalizar la manifestación contra la globalización en Barcelona, el presidente de la Generalitat admitió que pudieron producirse 'errores técnicos' por parte de los agentes. Otra carga policial que resultó polémica se produjo en la Universidad Autónoma de Barcelona con motivo de la visita del presidente del Gobierno, José María Aznar. Pujol dijo entonces que, aunque hubiera habido provocación, 'los policías deben aguantar porque es su oficio'.
Por el contrario, el presidente de la Generalitat también defendió con ahínco a la policía en 1996, durante el espectacular y contundente desolojo de okupas en el cine Princesa de Barcelona. Pujol censuró entonces el 'falso progresismo' y a los 'estrategas de café' para referirse a los políticos que criticaron a la policía. 'Ser progresista no significa hacer un elogio del desorden y el caos, y ponerse la ley por montera', afirmó.
El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, terció también ayer en esa polémica y mostró su 'pleno, total y absoluto' apoyo a la policía, mientras que el presidente del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Pasqual Maragall, afirmó ayer que no comparte las tesis de la Delegación del Gobierno en Cataluña sobre la vinculación existente entre los movimientos okupas y la kale borroka.
No hay riesgo de fuga
Los 19 detenidos quedaron en libertad con cargos en la madrugada del jueves después de declarar en el juzgado de guardia. La fiscalía solicitó para todos ellos prisión provisional sin fianza por los supuestos delitos de desórdenes públicos, atentado a agentes de la autoridad, daños y lesiones, pero la magistrada Remei Bona rechazó la petición al considerar que se trata de una medida excepcional y que no concurren todos los requisitos que establece en estos casos la doctrina del Tribunal Constitucional.
Se da la coincidencia de que esta misma magistrada acordó hace casi tres años la prisión para una veintena de jóvenes que causaron graves destrozos en el barrio de Sants de Barcelona después de una manifestación antifascista. En el caso de los 19 okupas de Gràcia, la juez razona que no huirán, que tienen domicilio conocido y que no obstaculizarán la acción de la justicia.
En la noche del jueves, otro grupo de okupas actuó de nuevo en Sants y prendió fuego a varios contenedores y rompió los cristales de varios establecimientos.
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