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Entrevista:Copa América | FÚTBOL

'Ya me he habituado a la responsabilidad'

Se frenó en seco, puso el pie izquierdo sobre el balón y se lo mostró al defensa que le aguantaba en frente. 'Ven y quitámelo', invitaba la maniobra. Cuando el paraguayo acudió a la cita, el brasileño pisó hacia atrás la pelota, dejó pasar la pierna del rival, y se marchó con la derecha hacia delante: Denilson ha vuelto. Ya había dejado ante Perú un gol de vaselina sublime, e insistía ante Uruguay en su resurrección con constantes engaños de cintura, desbordes por velocidad, paredes precisas, centros enroscados desde la línea de fondo y remates. De las profundidades de la crisis de Brasil, con 23 años, renace el futbolista que un día, cuando el Betis le llamó por 6.500 millones, protagonizó el fichaje más caro del planeta. Luego la cifra se quedó pequeña y su juego también. Tras tres años en España enfrentado al mundo y a la pelota, la Copa América recupera a Denilson.

Pregunta. ¿Vuelve el mejor Denilson?

Respuesta. Espero que éste sea mi año. Estoy lanzando buenos mensajes. Pero hay que seguir.

P. ¿Qué le bloquea en el fútbol español?

R. No, nada. No he tenido problemas para adaptarme. Y creo que este año ha sido bueno. Espero que la cosa siga como terminamos la Liga.

P. Lo que quiera, pero llegó como un número uno y ahora pasa por un jugador de segunda fila.

R. Eso es bueno. Que la gente me considere un jugador de segunda fila. Que me deje un poco de lado y así podré jugar mejor.

P. ¿Todo es un problema de presión, de demasiadas miradas puestas sobre usted?

R. Antes sí, al principio. Pero ya me he acostumbrado a la responsabilidad. A la del fútbol español, me refiero. Porque en el brasileño, como hay tantos jugadores, la responsabilidad se reparte. Al Betis llegué como el jugador más caro y en ese momento, con 19 años, no estaba preparado.

P. ¿Le ha servido de algo el paso por la Segunda División?

R. Sí, me ha venido muy bien, he aprendido mucho. En el fútbol español no vale con la técnica, te exige velocidad. Y la Segunda es aún más dura.

P. ¿Su experiencia en malos tragos le ha venido bien a Brasil en esta crisis?

R. Sí. Brasil lleva tiempo sin jugar bien, es evidente, y eso te deja mal. Pero no me come. Tres años de dificultades en el fútbol español, con un descenso, me han enseñado que el jugador en estos momentos debe tener personalidad y tranquilidad. No tener miedo de jugar. Hacerlo con alegría, con personalidad, intentar las cosas.

P. ¿Es una cuestión de resultados, no de juego, de falta de libertad?

R. No, si libertad hay. Tenemos que jugar con alegría, porque el fútbol brasileño es así, pero sin olvidarse ninguno de su responsabilidad.

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