Denilson levanta a Brasil
Paraguay se adelantó, pero tras una hora fuera del torneo, los brasileños recibieron el premio a una reacción dirigida por el jugador del Betis
Brasil se levantó. Volvió a darse de bruces con un gol en contra, pero esta vez la losa le inmovilizó menos. Hurgó en su incapacidad reciente durante un rato, especialmente cuando la jugada pasaba por Costa, pero luego se volvió al Brasil de toda la vida: calidad a toda rapidez. Empotró a Paraguay frente a su puerta y le golpeó a ocasiones, sin perder confianza con los contratiempos de la fortuna (dio dos balones en el larguero) ni con la angustia de un resultado que le tuvo fuera de la Copa América durante una hora. Alcanzado el empate, y preso del pánico tras la expulsión de Roque Junior, a su entrenador le pareció suficiente. Y ordenó retirada. Le regaló la pelota a Paraguay, sacó a Álex del campo por Rochemback y puso en peligro a su equipo. Hasta que Denilson, que contestó su soledad arriba con una exhibición, transformó los agobios en victoria holgada. Gracias a él, Brasil al fin sonríe.
BRASIL 3| PARAGUAY 1
Brasil: Marcos; Juan, Roque Junior, Cris; Belletti, Costa (Juninho Pernanbucano, m. 53), Emerson, Junior; Álex (Rochemback, m. 65); Ewerthon (Denilson, m. 44), y Guilherme. Paraguay: Tavarelli; Escobar, Sanabria, Cáceres; Garay, Enciso (Struway, m. 57), Morinigo, Caniza; Alvarenga; Masi (González, m.63) y Ferreira (Robles, m.74). Goles: 0-1. M. 9. Alvarenga, de penalti cometido por Emerson sobre Morinigo. 1-1. M. 60. Junior centra a Denilson y éste a Álex, quien bate a Tavarelli de fuerte zurdazo. 2-1. M. 89. Jugadón de Denilson por la derecha, llega hasta el área, amaga y se la regala a Belletti para que marque. 1-3. M. 90. Denilson, tras tocar en Cáceres. Árbitro: Sánchez (Argentina). Expulsó a Roque Junior, por dos tarjetas (m.58), a Caniza (m. 80), por intentar agredir a Belleti, a Luiz Felipe Scolari, y a su ayudante. Amarilla a Enciso, Sanabria, Junior, Garay y Rochemback. 30.000 personas en el Pascual Guerrero de Cali. Última jornada del grupo B. En el otro partido del grupo, Perú ganó a México 1-0.
Últimamente no solía reponerse de las malas noticias. Por eso, en los instantes que sucedieron al gol, cuando Paraguay le puso a correr detrás del balón de un lado a otro y sus propias jugadas se deshacían en imprecisiones, a Brasil se la suponía cadáver. Pero no, esta vez supo venirse arriba. Ayudó la colaboración de Roque Junior en la zona ancha (no en defensa), que Emerson se remangase y la determinación con la que casi todos presionaron. Y pesó más la profundidad de Junior y Belletti, la claridad de Álex, la velocidad de Ewerthon mientras duró de pie, y la bendita habilidad de Denilson, su sustituto. Es decir, pesaron más los aspectos técnicos, los que realmente diferencian a Brasil del resto del planeta y a los que no le convendría renunciar.
No lo ve así Scolari, que rebaja sus alineaciones y se deja llevar por el miedo en los cambios. Sacó a Rochemback para no encomendarle, además, una función clara; para confundirle con gestos constantes -ahora vete adelante, ahora atrás- y obligarle a dejar nuevas dudas sobre sus cualidades. La fórmula, adornada con más medidas conservadoras, prohibiendo la subida a los defensas incluso en los saques de esquina, dejó a Brasil sin la pelota. Se la entregó a Paraguay, que, también con diez por la expulsión de Caniza y sin ideas, no supo cómo manejarla.
En la otra parte del campo, solo, Denilson esperaba. Y cuando le caía el balón, la armaba. Con velocidad y fantasía, desbordando o centrando templadito, resucitando. Cuando el partido agonizaba, remató su vuelta con una fabulosa jugada por la derecha que finalizó Belletti. Luego marcó él, con fortuna, como premio a su liderazgo. Fue el mejor Denilson. Y, cosas de Scolari, no lo comenzó.
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