La oposición reclama elecciones anticipadas en Portugal

La crisis financiera del Estado, el aumento del gasto público, los efectos de una tímida reforma fiscal y las seis remodelaciones gubernamentales en algo más de un año han desencadenado una oleada de críticas contra el primer ministro portugués, el socialista António Guterres, por parte de casi toda la oposición, los grandes grupos económicos y hasta algunos miembros de su propio partido. Convocados por el presidente de la República, Jorge Sampaio, la mayor parte de los líderes de la oposición sostienen que la actual legislatura se encuentra agotada y reclaman elecciones anticipadas.

El presidente del primer partido de la oposición, el socialdemócrata José Manuel Durão Barroso, transmitió ayer a Sampaio que su partido ya está preparado para unas elecciones anticipadas y consideró relevante que el presidente de la República sepa que existe una alternativa política para recuperar la confianza de los ciudadanos en el Estado y la credibilidad del país en el exterior. Durão Barroso explicó que el Gobierno 'no tiene la confianza del Parlamento', pero la oposición 'tampoco le puede sustituir', por lo que, a su juicio, sólo cabe una intervención del presidente para corregir la situación.

El líder del Partido Popular, Paulo Portas, afirmó que 'este Gobierno es una desilusión y tarde o temprano será necesario devolver la palabra a los portugueses'. Portas añadió que 'una carretera en Ponte de Lima o un puente en Madeira no valen la ruina del país', en alusión a la compra de votos para aprobar el próximo presupuesto del Estado, como ya ocurrió con el anterior. Por su parte, el portavoz del Bloque de Izquierdas, Miguel Portas, explicó que no cabía a su grupo político exigir al presidente elecciones anticipadas, aunque Jorge Sampaio 'sabe que consideramos agotadas las soluciones del Gobierno de António Guterres'. A su juicio, 'se quedaría más tranquilo si el Gobierno tomara unas vacaciones'. Portas añadió que la previsible marcha atrás de la reforma fiscal, tras las fuertes presiones de los grandes grupos económicos, 'será un factor de agravamiento de las dificultades del Estado para implantar más justicia'.

Reducción del gasto público

El secretario general del partido comunista, Carlos Carvalhas, evitó pronunciarse sobre la convocatoria de elecciones anticipadas, pero alertó sobre 'las medidas antisociales que el Gobierno quiere imponer a los trabajadores', y exigió que se 'aprieten el cinto los que lo tienen más largo' a la ahora de reconducir la situación económica del país. El Gobierno socialista anunció la semana pasada un drástico plan para reducir el gasto público en los próximos tres años, que, en la práctica, congelará los salarios de los funcionarios públicos, al menos el próximo año. El plan prevé una reforma completa de la gestión en sanidad, la reestructuración de las empresas estatales, la próxima extinción de servicios públicos, limita los subsidios e inicia un exhaustivo control del gasto en todos los ministerios.