El Gobierno rechaza la comisión de alto nivel que propone Ibarretxe para revisar el Estatuto

El Gobierno central respondió ayer negativamente a una de las propuestas clave que el lehendakari Juan José Ibarretxe formuló el miércoles en el debate de investidura: la creación de una comisión política de alto nivel que, en un plazo límite de seis meses, estudie y resuelva el desarrollo pleno del Estatuto vasco y sus posibilidades de modificación. El Ejecutivo aclaró que si Ibarretxe mantiene sus posiciones sobre los 38 traspasos pendientes, será 'muy difícil llegar a acuerdos sin cambios importantes' porque algunas de las transferencias reclamadas por los nacionalistas no tienen 'encaje constitucional'.

Tres miembros del Gobierno -el vicepresidente primero, Mariano Rajoy; el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, y el ministro Portavoz, Pío Cabani-llas- respondieron ayer con una negativa a una de las principales propuestas que el lehendakari avanzó en su discurso de investidura. Rajoy se centró en la pretendida creación de una comisión política de alto nivel para abordar el máximo desarrollo del Estatuto de Gernika y precisó que si esa comisión que demanda el presidente autónomo pretende superar el actual marco estatutario, tendrá el rechazo total del Gobierno.

Argumentó que ya existen numerosos instrumentos para negociar el desarrollo autonómico del País Vasco -citó concretamente la comisión bilateral entre los Gobiernos vasco y central-, y aseguró, en clara réplica a los reproches de Ibarretxe sobre el desarrollo que hasta la fecha ha tenido el Estatuto, que 'no hay ningún país en el mundo con un nivel de autogobierno como existe en el País Vasco'.

Plazo muy corto

A su vez, Posada replicó que el plazo de seis meses que Ibarrexte ha fijado a esa comisión política para culminar el desarrollo del Estatuto es 'muy corto', a no ser que el Gobierno vasco 'esté dispuesto a cambiar sus planteamientos iniciales'. El ministro de Administraciones Públicas recordó que los 38 traspasos que reclama el PNV cuentan con una historia polémica de muchos años por 'interpretaciones absolutamente distintas' del Estatuto entre el Gobierno vasco y los Gobiernos centrales. También precisó que algunas de las reivindicaciones de Ibarretxe, como su reclamación estrella -la cesión al País Vasco de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social-, 'no tienen encaje en el marco constitucional'.

Rajoy respalda, aun así, la propuesta de Ibarretxe de debatir en el Parlamento vasco sobre el desarrollo del Estatuto, si bien insistió en la negativa del Gobierno central a intentar su superación. 'Los grandes países descentralizados políticamente, como Alemania, Estados Unidos o la propia Austria, tienen un nivel de autogobierno muy inferior al del Parlamento vasco en este momento'. También mostró sus reticencias a que el Ejecutivo vasco participe directamente en los foros de la Unión Europea y abra oficinas vascas en otras provincias y países.

En cuanto al discurso de Ibarretxe, Rajoy expresó su 'preocupación' por que el lehendakari plantee una estrategia para tratar de 'superar un marco jurídico y político que ha traído las mayores cotas de autonomía' para Euskadi. También expresó su 'desilusión' por la 'falta de precisión y contundencia' de Ibarretxe en la lucha contra ETA.