Iguana Teatre recrea la imagen de una Mallorca que ya no existe

Para dar forma a Memòria d'en Julià, que se representa hasta el domingo en el Teatre Lliure, el director mallorquín Pere Fullana realizó todo un trabajo de investigación antropológica en el que han intervenido isleños de edad avanzada que rememoraron el paso de una sociedad rural a un centro mundial del turismo. El resultado es un espectáculo en el que se traza la memoria de una isla que ya no existe y se muestra cómo encajaron la evolución aquellos que fueron testigos de ella.

A raíz de la muerte de una de sus abuelas, con quien mantenía una relación muy especial, Pere Fullana inició una larga ronda de conversaciones con personas de 80 y 90 años. Les pedía que desgranaran para él sus sentimientos ante la transformación de Mallorca, que en un corto periodo de tiempo ha pasado de ser rural y mediterránea a la capital del turismo.

Memòria d'en Julià se plantea como el sueño del último descendiente de una familia, que recrea cómo fue la vida de sus ancestros a partir de episodios como la República, la guerra civil, la posguerra y el boom turístico. 'Es un esbozo poético que intenta sacar la parte emotiva de esta transformación de Mallorca, cómo ha cambiado las relaciones personales', señala Fullana. Con todo el material recopilado, el autor creó unos textos abiertos que han sido adaptados por los intérpretes (Marga López, Carles Molinet, Miquel Ruiz y Sylvia Sánchez).

El resultado es un espectáculo que, como subraya Fullana, evita la nostalgia. 'No pretende crear emoción a partir de lo que se ha perdido, sino de lo que todavía se puede tener', insiste. 'Es un espectáculo que intenta encontrar valores humanísticos en una sociedad que los está perdiendo', añade con temor a parecer grandilocuente.

Memòria d'en Julià transcurre en un espacio indefinido, una abstracción en la que cada uno de los objetos utilizados (una percha, instrumentos musicales antiguos, un cuadro) tiene una historia concreta que ayuda a los actores a entrar en el clima emocional de la obra. Fullana insiste en que el montaje está muy vinculado al vertiginoso desarrollo de Mallorca y de la costa mediterránea. Pero, para su sorpresa, la pieza despertó el interés de programadores de teatros del interior. Así, Iguana Teatre prepara la versión en castellano que se estrenará en otoño en Puertollano.