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En el capítulo de lucha contra la exclusión social y la pobreza, el candidato esbozó algunas de las líneas de actuación que seguirá tras la constitución del Ejecutivo. El objetivo para la séptima legislatura es 'adecuar e incrementar' la renta básica de forma progresiva, una de las cuestiones que en el anterior mandato dividió a los socios de Gobierno, PNV y EA, y que ahora se perfila como una cuestión fundamental para alcanzar un acuerdo puntual con Izquierda Unida, que permita a los nacionalistas sacar adelante los presupuestos para el próximo año.

En la actualidad, esa renta está fijada en el 75% del Salario Mínimo Interprofesional, que está fijado en 73.000 pesetas. Ibarretxe precisó que este salario se debe configurar como un derecho que obliga a sus beneficiarios a participar de manera activa en los planes que el Gobierno prepara para que logren incorporarse al mercado laboral.

Aumentar la oferta de viviendas protegidas e impulsar un parque de pisos de alquiler, especialmente para los jóvenes que tratan de independizarse y no pueden hacerlo por la carestía de la vivienda, conforma otra de las pretensiones del futuro Gobierno para lograr un sociedad más cohesionada. La aprobación de una Ley para la Igualdad entre hombres y mujeres y de un Plan Vasco de la Cultura serán otras de las líneas de trabajo del Ejecutivo que echará a andar en breve.