En busca de un líder moral

Ésta es la primera enseñanza que ha sacado en claro Igor González de Galdeano, el mejor español hasta el momento, en su primera toma de contacto con la carrera. Es cierto. No existe altruísmo en el Tour. Toda amistad es interesada y hasta los enemigos más enfrentados pueden besarse, aunque sólo sea por un día. Pero siempre hay un día en que hay que desenmascararse. Y hoy, en la contrarreloj por equipos, se presenta una buena oportunidad. La carrera busca un líder moral que no tiene por qué ser el que se vista de amarillo. Eso es secundario. Lo importante es que Armstrong, o Ullrich, o Beloki, o Moreau, uno de ellos llegará a los Alpes con el liderazgo espiritual del Tour. Será el ciclista referencia. El único que pueda permitirse el lujo de defender.

Los 67 kilómetros entre Verdún y Bar-le-duc no terminarán de aclarar quién de ellos ha llegado al Tour con más fuerza, pero sí puede ofrecer indicios. Se sabrá si el ONCE-Eroski es, como todos dicen, el favorito a repetir la exhibición del año pasado entre Nantes y Saint-Nazaire. Algunos, como el director del Telekom, Rudy Pevenage, llegan incluso demasiado lejos: 'Manolo Saiz ha traído un equipo pensando sólo en la contrarreloj. Le ha faltado traer a Olano'. Exagera Pevenage, pero es cierto que el ONCE se ha preparado a conciencia. Además, hoy correrá de amarillo, su color natural, al igual que el año pasado. ¿Un presagio?

No es menos cierto que el Telekom llega mejor que en años precedentes. Sobre todo su líder. 'Ullrich está más fuerte', responde Manolo Saiz. El equipo que más dudas suscita es el US Postal. Tiene a Rubiera, un corredor completo, arrastrándose a causa de sus problemas de rodilla. Heras poco puede ayudar en este terreno y Hamilton, el hombre de confianza de Armstrong, ya luce una venda en su brazo derecho. Saiz lo ha advertido: 'El US Postal está más desequilibrado que el año pasado'.

Y está también Moreau, el único corredor con categoría de favorito que ya se ha vestido de amarillo y, al mismo tiempo, el que menos desgaste ha hecho. Juan Fernández, siempre conservador, no ha permitido que el Festina malgaste una gota de sudor. Las ha guardado para hoy. Como el Kelme, el otro gran beneficiado del derroche de ayer camino de Verdún. Llega fresco y con un equipo con más garantías que el año pasado, cuando perdió 4m.48s. con el ONCE.

Todos los sondeos apuntan al alza al Kelme, pero los elementos no están de su parte. Sopla mucho el viento estos días en el noreste francés y en eso la ecuación nunca falla: más viento, más diferencias. El ONCE se frota las manos mirando los partes meteorológicos. 'Llegará a 35 o 45 kilómetros por hora', pronostica Manolo Saiz (el parte oficial lo reduce a 20 o 25 por hora). El director del ONCE-Eroski hace cálculos y no niega la posibilidad de que Igor González de Galdeano se coloque de líder. El ciclista, en cambio, no quiere ni pensarlo. 'De verdad que no; que no lo veo claro', insiste el vitoriano. 'No me fío. Ésta es una carrera diferente. Aquí las lógicas no siempre se cumplen. Prefiero ser cauto'.