Los socialistas presentan 1.550 enmiendas a su ideario e inciden en el reparto de la riqueza

La mayoría de los militantes socialistas no muestran grandes discrepancias hacia el documento ideológico elaborado por la dirección del PSOE, aunque sí se observa un interés acusado en reafirmar los principios de solidaridad y el objetivo de que todas las políticas redunden en beneficio de la mayoría y, por tanto, se produzca una adecuada 'redistribución de la riqueza'. El documento no precisa el modelo fiscal, lo que ha llevado al ex ministro José Borrell a presentar una enmienda donde propone un impuesto sobre la renta 'personal, global y progresivo'

A la sede federal del PSOE han llegado 1.550 enmiendas al documento base ideológico que se debatirá en la Conferencia Política los próximos días 20 y 21, en Madrid. El número de enmiendas presentadas a la ponencia política que llegó al 35º Congreso celebrado hace un año ascendió a 9.000, casi seis veces más.

La federación extremeña, como colectivo; su secretario general, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a título individual, así como el secretario de Organización del PSOE extremeño, Ramón Ropero, han estado especialmente activos en la labor enmendante. Ibarra, además, ha presentado una enmienda dirigida exclusivamente al desarrollo de la sociedad de la información en la línea de las políticas que él ha puesto en marcha en su comunidad.

Han participado activamente la corriente Izquierda Socialista, el partido Nueva Izquierda, invitado a participar en el debate en las vísperas de integrarse definitivamente en el PSOE, y las federaciones de Madrid, Murcia, Castilla-La Mancha, Baleares, Euskadi, La Rioja, Canarias, Castilla y León, Cantabria, Aragón, Andalucía, Asturias Cataluña, Valencia, Navarra, Ceuta y Melilla. Los ex ministros de Trabajo José Antonio Griñán y Luis Martínez Noval, y el ex ministro de Obras Públicas y ex secretario de Estado de Hacienda José Borrell también han presentado enmiendas individuales. La eurodiputada Elena Valenciano ha presentado enmiendas a numerosos apartados, y Manuel Escudero sobre la globalización.

Pero el interés de la mayoría de los enmendantes por fijar principios que les diferencien de la derecha se aprecia por encima de cualquier otra consideración. Una de las referencias más recurrentes se refiere a que el Estado debe intervenir para garantizar la justicia social: 'Un Estado fuerte frente a los poderes particulares y eficaz en el cumplimiento de sus funciones, que garantice conjugando los principios de eficiencia, eficacia y equidad unos servicios públicos universales y de calidad, y unas infraestructuras modernas y competitivas. Un Estado que persiga una mayor justicia social', escribe la Federación de Euskadi. 'Servicios públicos que consigan el bienestar social para los ciudadanos'; 'avance en la corrección de las desigualdades'; 'redistribución justa de la riqueza generada por el conjunto de la sociedad'; 'hacer posible las mismas oportunidades de desarrollo a todos los ciudadanos'. Son enmiendas que se repiten invariablemente.

El texto marco elude cualquier concreción sobre la política fiscal, limitándose a señalar que la fiscalidad debe servir para 'financiar los bienes y servicios públicos, que no penalice el trabajo y reparta con equidad las cargas generales del Estado'. Borrell con su enmienda responde al proyecto de reforma fiscal de su partido, basada previsiblemente en dos únicos tramos en el IRPF. 'Los socialistas debemos seguir defendiendo un impuesto personal, global y progresivo sobre la renta, porque es un valioso instrumento para reducir las desigualdades'. La progresividad impositiva 'no es un prejuicio ideológico obsoleto, sino un pilar básico de la socialdemocracia y de la financiación del sistema de protección social', añade. Tanto Borrell como la federación extremeña e Izquierda Socialista defienden la renta básica de ciudadanía, lo que ya figura en el documento base.