Las trampas de los trasvases
Según la normativa que rige el trasvase Tajo-Segura, por Aranjuez deben pasar, como mínimo ecológico, seis metros cúbicos. Cuando se realizaron estos estudios, existían diversas tomas de agua para regadío, previas a la localidad de Aranjuez, entre las que destacaba el canal de las aves. Haciendo una costosa trampa legal, se han eliminado estas tomas de agua, que permitían un mayor cauce, para poder aumentar la cantidad de agua a trasvasar hacia el levante español.
Las zonas que antaño se regaban en Aranjuez gracias a la sabia construcción de un canal de los tiempos de Carlos I aprovechando el desnivel del terreno, hoy han sido sustituidas por unas costosas bombas que toman el agua tras su paso por la población de Aranjuez, elevándola para regar lo que desde siempre se ha hecho por la fuerza de la gravedad.
Esta costosa trampa legal permite que por la localidad madrileña pasen los metros cúbicos estipulados, pero con una peor calidad de la estudiada en su momento. Lo lamentable es tirar el dinero en argucias que sólo sirven para engañarnos a nosotros mismos.
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