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La Audiencia deja en libertad al supuesto agresor de una ex edil de Aldea del Fresno

Mario Hernández tiene orden de no acercarse a menos de 500 metros de su ex esposa

Natalia Crespo, de 30 años, ex concejal del Partido Independiente por el Progreso de Aldea del Fresno, denunció por malos tratos a su ex marido, Mario Hernández, y a su ex suegro, fundador de dicha agrupación política local, el pasado 26 de marzo. A las once de la noche de ese día, y según la versión de Crespo, Hernández y el padre de éste, Julián, entraron en la casa de Aldea del Fresno en la que vive con sus dos hijos, le pegaron y le hicieron varios cortes en la cara y el pecho.

Padre e hijo fueron detenidos esa misma noche por la Guardia Civil. La juez de Navalcarnero Cristina Milans del Bosch envió a Hernández a la cárcel de Soto del Real. Julián, debido a su edad, 78 años, se libró de la prisión, pero la juez dictó una orden que le impide acercarse a menos de 500 metros de su ex nuera. Además, el Gobierno regional se personó como acusación particular al tratarse de un supuesto caso de violencia doméstica. Según Natalia Crespo, no era la primera vez que su ex marido le agredía.

Pero un informe de la forense Montserrat Millán Calvo, emitido en mayo, en el que se decía que las lesiones que presentaba Crespo podían ser 'compatibles con la autolesión', hizo que el caso cambiase de rumbo. El fiscal se unió a los abogados defensores de Hernández para pedir la libertad de éste y el caso pasó a la Audiencia Provincial, que ayer decidió ponerle en libertad, a la espera de juicio.

Eran las ocho y media de la tarde cuando Mario Hernández, después de haber pasado los últimos tres meses en la prisión de Soto del Real, salió a la calle. Fuera le esperaba media docena de familiares. A la misma hora, sus vecinos y amigos lanzaban cohetes en Aldea del Fresno para festejar su libertad. Vestido con una camisa de cuadros azul y unos pantalones vaqueros y con un cigarrillo entre sus dedos, se mostró tranquilo. 'Lo único que quiero es ver a mis hijos y asimilar mi libertad. El odio no lleva a ningún lado', declaró a las puertas de Soto del Real. El supuesto agresor tiene orden de alejamiento de su ex esposa de 500 metros, no podrá comunicarse con ella por ningún medio y tendrá que ir al Juzgado de Navalcarnero a firmar dos veces al mes. 'Mi caso ha sido una barbaridad. Yo nunca le he pegado un bofetón, de verdad que no. Ahora sólo quiero demostrar mi inocencia. Las medidas que piensan tomar mis abogados contra Natalia... pues ya vendrán', afirmó.

Crespo, tras conocer la libertad de su ex marido, está pensando apelar la decisión de la Audiencia Provincial. 'Es humillante que hayan dejado en libertad a un agresor que me ha estado dando palizas de muerte delante de mis hijos y que, encima, en el pueblo le reciban con cohetes', lamentó la supuesta agredida, que va a pedir el ingreso en una casa de acogida.

Hernández, que espera incorporarse pronto a su trabajo en una empresa de hormigón de Móstoles, se acercó ayer a Aldea del Fresno para saludar a sus amigos y, sobre todo, a su padre. Después, por consejo de sus familiares y de sus abogados, pasó la noche en casa de su hermana en Madrid, donde, de momento, residirá.

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