La redefinición ideológica del socialismo español

La 'redefinición ideológica' que el equipo que encabeza José Luis Rodríguez Zapatero va a someter este mes al refrendo del PSOE está vertebrada en torno a una docena de palabras que aparecen sistemáticamente en el documento: democracia, civismo, ciudadanía, igualitarismo, convivencia, equidad, oportunidades, apertura, globalización, pluralidad, participación y libertad. Sobre ellas, Zapatero construye su proyecto de 'socialismo liberal' que, antes de nada, reivindica la política y defiende la necesidad de que ésta recupere el favor de los ciudadanos. En su 'manifiesto', Zapatero enuncia estos compromisos:

- Gobernar y mandar.

Según el PSOE, 'la derecha identifica la política con el poder' y 'confunde gobernar con mandar'. A cambio, el manifiesto compromete al PSOE a ser un 'partido abierto, transparente, responsable ante sus miembros, pero sobre todo ante la sociedad'; un partido 'al servicio de los ciudadanos'.

El documento de Zapatero dice defender la 'democracia cívica, que convierte en ciudadano al mero contribuyente'. Añade que la democracia afronta hoy tres peligros: los 'nuevos populismos', la 'proliferación de proyectos identitarios de base étnica y el florecimiento de actitudes xenófobas e insolidarias'.

Como alternativa, se compromete a que, cuando gobiernen, su 'prioridad será escuchar a los ciudadanos, confiar en ellos y buscar soluciones que respondan a sus intereses'. Dicen que gobernarán 'sin arrogancia, poniendo en primer plano a la gente, deliberando con la oposición y sabiendo siempre escuchar'.

El documento de Zapatero mantiene que para que 'la gente recupere la confianza en la política democrática' hay que 'buscar siempre que sea posible el acuerdo'. Aquí enmarca su 'estilo de oposición útil'. Dentro de la defensa de los principios democráticos, el documento también reclama la 'pluralidad' en los medios de comunicación, públicos y privados.

- Estado y mercado.

El papel del Estado ha sido siempre uno de los ejes de la política socialista. Zapatero defiende 'un Estado ágil e innovador con una sociedad fuerte'. Un Estado que 'garantice unas infraestructuras y unos servicios públicos eficientes y de calidad'. Para ello, la fiscalidad debe tener 'capacidad para financiar los bienes y servicios públicos sin penalizar el trabajo ni la iniciativa'.

El documento proclama que 'frente a un avance del mercado hace falta un avance en el papel del Estado' porque 'la libertad real de los ciudadanos no la garantiza el mercado'. Así, reafirma la creencia socialista de 'la acción correctora del Estado' y la asigna cinco tareas básicas:

- 'Ayudar a los ciudadanos', pero 'estimulando la responsabilidad' de quien recibe la ayuda.

- 'Mejorar la eficiencia productiva y limitar los abusos' de 'la excesiva concentración del poder económico'. Para ello tiene que garantizar un 'marco competitivo' a favor de los consumidores.

- 'Asegurar el uso eficiente de los recursos públicos'.

- 'Asegurar la cobertura de las necesidades sociales de manera equitativa'.

- 'Garantizar el uso racional de los recursos naturales'.

- Bienes públicos.

El medio ambiente queda definido como 'el primero de los bienes públicos'. Le acompañan la educación y la sanidad. 'Una educación de calidad cuya base y punto de referencia debe ser la escuela pública, que garantice la igualdad de oportunidades'. El manifiesto defiende la importancia de la escuela como lugar de aprendizaje de la convivencia democrática y apuesta por que 'los profesores cuenten con los recursos, el respaldo y el prestigio social necesarios para su tarea'. La 'sanidad pública eficiente y de calidad' que reclama el PSOE no debe poner 'en peligro la calidad y la dedicación mirando sólo el gasto'.

- Apoyo a las familias.

Junto a los tradicionales servicios públicos, el PSOE se compromete a 'crear servicios de proximidad' para que 'el trabajo sea compatible con el cuidado de niños, enfermos y personas mayores'. Con este mismo fin, el PSOE defiende 'reducir el tiempo de trabajo para que aumenten las oportunidades de empleo'.

El apoyo a las familias a que se compromete el PSOE 'debe ser intolerante contra la desigualdad y beligerante por la equidad social'. En ese contexto se encuadra tanto la 'red de servicios sociales de protección a las familias', que incluiría desde escuelas infantiles a ayuda para ancianos y discapacitados, hasta la 'garantía de unos ingresos mínimos para todos los ciudadanos'. Esa mención a la 'renta básica de la ciudadanía' y la defensa de una fiscalidad que no penalice el trabajo son las únicas menciones al nuevo modelo fiscal que propugna el equipo de Zapatero.

- Estado federal.

Más explícita es 'la apuesta federal de los socialistas para el perfeccionamiento y consolidación del Estado autonómico'. Esa 'perspectiva federal' debe 'superar' la visión 'empobrecedora y negativa de los nacionalismos excluyentes'. A la vez, 'debe promover un proceso ordenado de devolución de poderes a favor de las ciudades y municipios'.

- Globalización.

Las propuestas de economía y de articulación del Estado del manifiesto del PSOE asumen la creciente globalización del mundo con el compromiso de que 'el proceso económico de la globalización no genere más desigualdad'.

- Participación ciudadana.

En ese mundo global, el PSOE ve un 'nuevo escenario de participación social' en el que los 'ciudadanos quieren romper distancias entre gobernantes y gobernados'. De ahí, el 'aumento de las organizaciones sociales y ONG', un 'capital social' que el manifiesto dice querer aprovechar 'en la coparticipación y corresponsabilidad' de la toma de decisiones políticas. 'Facilitar la participación ciudadana' es, según el documento de Zapatero, una de las claves del 'nuevo estilo de hacer política' que pretende desarrollar en el PSOE.

- Cultura.

La cultura se lleva las mayores loas del documento de la Conferencia Política del PSOE. La define como 'el mayor patrimonio a defender por las gentes de progreso', como 'el mejor camino de la libertad', como 'la mejor riqueza de los pueblos', como 'un seguro contra el autoritarismo y la intolerancia' y como 'un excelente combustible para promover el progreso económico y social'.