Aznar responsabiliza al Gobierno socialista balear de las consecuencias del caos turístico
Zapatero acusa al Ejecutivo central de 'inhibirse', 'estar ausente' y ser incapaz de colaborar
Aznar expresó su 'preocupación por las consecuencias de algunas actitudes' que él consideró 'no fundadas', en alusión a las huelgas en los aeropuertos de Baleares y de los pilotos de Iberia. El presidente relacionó su inquietud con el efecto de esos paros 'sobre la imagen de España'. Aznar hizo un llamamiento especial a 'todos los que tienen que hacer que las cosas funcionen' y en ese contexto apuntó, por un lado, que él no tenía ningún 'inconveniente en pedir personalmente disculpas a todos los perjudicados'; pero para aclarar, por otra parte, que en el caso de la huelga balear 'la competencia directa' era del Gobierno autonómico, y en el conflicto con los pilotos, de la empresa privada Iberia, informa Peru Egurbide.
José Luis Rodríguez Zapatero se mostró también muy preocupado pero, tras observar que el Gobierno de Aznar 'estaba como ausente' durante el complicado fin de semana en Baleares, apuntó que si él hubiera sido presidente 'hubiera intervenido'. Y cargó contra la falta de colaboración fluida con el Ejecutivo balear por parte de varios ministros, entre los que incluyó al titular de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, que debería haber favorecido la creación de un 'minicomité de crisis' entre las dos administraciones con las centrales sindicales. Zapatero echó en falta que el portavoz, Pío Cabanillas, hubiera explicado qué hacía el Ejecutivo 'cuando está en juego la imagen exterior de España'.
Zapatero reclamó 'una ofensiva' del Gobierno para 'recuperar el terreno perdido'. Y los ministros no tardaron en responder para recuperar el clima de confrontación que mantienen con el Gobierno balear, al que Aznar se suele referir como 'barullo'.
Aparicio, desde Toledo, apuntó la necesidad de respetar el derecho a la huelga pero para subrayar que no 'puede ni debe convertir a la sociedad en un auténtico rehén'. Desde su ministerio se dejó constancia de que toda la autoridad laboral está transferida al Gobierno autonómico, 'por lo que la responsabilidad de exigir que se hubiesen cumplido los servicios mínimos era suya y no han hecho nada'. Las mismas fuentes destacaron que el ministro no había hablado con el consejero de Trabajo balear porque había querido ser 'escrupuloso', para evitar injerencias y porque nadie se lo había pedido.Esta versión fue la que repitió el Ministerio del Interior.
Jesús Posada, titular de Administraciones Públicas, comentó en Valencia que la Administración 'no puede resolver manu militari' un conflicto en el que 'son las partes las que deben llegar a acuerdos'. Francisco Álvarez Cascos, de Fomento, se ofreció como mediador pero precisó que había que ser cuidadoso en un asunto que afecta a competencias de una comunidad en la España de las autonomías para no crear un problema institucional mayor.
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