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Reportaje:

El cuento de hadas de un pequeño inmigrante

Lionel, un camerunés de 12 años que llegó a España en 2000, visita el Bernabéu por primera vez y ficha por el Real Madrid

Un viaje relámpago de ciudad en ciudad atravesando la noche, una oferta insospechada sobre la mesa y un sueño cumplido: Lionel Frank (Duala, 1989), un pequeño inmigrante camerunés que aún no tiene siquiera el permiso de residencia en España, se levantó ayer por la mañana vestido de jugador de fútbol del Real Madrid. Con doce años, Lionel, cogido de la mano de su tía, visitó las oficinas del Bernabéu para hacer oficial su ingreso en el club.

El pequeño camerunés llegó al Real Madrid a prueba desde la escuela de fútbol valenciana E-1. Al chaval aún le quedaba un condicional en el horizonte para integrarse definitivamente en el club blanco: su actuación en el torneo de Brunete (un campeonato que patrocina Canal + y que disputan los equipos alevines de todos los clubes de Primera División). Y convenció. Despejó todas las dudas agitando la fórmula del éxito en el fútbol moderno. Esa que armoniza la relación entre las piernas y la cabeza; la técnica y la fuerza; la precisión y la carrera desbocada; el orden y la furia. Acabó, con diez tantos, como máximo goleador de la competición. Diez goles que dejaron en Brunete el regust que destilan las grandes estrellas e, incluso, se oyeron voces que comparaban al chiquillo con aquel holandés majestuoso llamado Gullit.

Un año antes de meter diez goles ante las cámaras de televisión, Lionel Frank había desembarcado en Valencia, junto a su tía Jacqueline, arrastrado por las penosas condiciones económicas de su familia. Atraídos por el reclamo de un cuñado de Jacqueline que ya ocupaba un piso en la ciudad levantina, tía y sobrino se alojaron en su casa. Una coincidencia, la de contar con un allegado, decisiva para el destino de Lionel: su tío era el encargado de regar los campos de fútbol de la escuela E-1, un vivero de jugadores jóvenes con el que el Valencia mantiene un contrato de colaboración. 'Un día el jardinero vino acompañado de un chico que no paraba de saltar y correr por el césped como un loco', recuerda Alberto Calatrava, presidente y técnico de la escuela. Desde ese día Calatrava se encargó personalmente de la preparación de Lionel. Intuyendo las facultades que encerraba el camerunés en un cuerpo ya fibroso y musculado a pesar de su edad, el técnico le hizo jugar y entrenarse con chicos dos años mayores que él.

'Al principio era un poco torpe, pero trabajamos duro con él y ahora es un megacrack'. La escuela Valencia E-1 cobra una cuota a todos sus alumnos. En el caso de Lionel,dada la precaria situación de sus familiares, se le permitió asistir a las clases y entrenamientos de forma gratuita. Los padres de los demás niños de la escuela le regalaron las botas y la ropa. No sólo la adecuada para jugar al fútbol, sino la vestimenta de calle. 'El pobre llevaba todo muy viejo e incluso la gente de aquí le dio alimentos porque les daba pena que comiera mal', rememora Calatrava con un punto de añoranza por el chaval. El técnico también facilitó a la tía de Lionel un trabajo como revisora de los contadores de electricidad en una empresa subsidiaria de Iberdrola por el que cobra unas 140.000 pesetas. Calatrava añora al chaval: 'El daño que me ha hecho la marcha de Lionel es mayor que el que le hizo al Barcelona la de Figo'.

Una marcha que venía madurando Paco Gómez, el ojeador del Madrid en la comunidad valenciana, desde que le vio tocar un balón por primera vez. Gómez se encargó de efectuar el tránsito desde la escuela hasta la Ciudad Deportiva del Madrid: 'Lionel es el mejor alevín del mundo', dice Gómez rotundo y, por lo visto, parece que el Madrid le ha tomado la palabra. No es el primer chaval con trazas de estrella que traslada Gómez hasta Madrid. Hace tres años Roberto Soldado, un juvenil con gran proyección, hizo el mismo viaje de Lionel con el beneplácito del entonces responsable de la cantera blanca, Vicente del Bosque.

Los términos del contrato que liga a Lionel con el Real Madrid no han trascendido, pero el representante Manuel Quilón explica que 'a estos chicos se les facilita alojamiento y becas de estudios'. Sin embargo la tía del niño, Jacqueline Maganou, no estaba del todo convencida de las condiciones ofrecidas por el Real Madrid a su sobrino y reveló que aún no se había llegado a un acuerdo final. Sin embargo, fuentes del club de Chamartín daban por terminada la peripecia de Lionel y aseguraban un final feliz. Un final con el camerunés en las categoríoas inferiores de los blancos. Maganou paseaba ayer por la tarde por las calles de Madrid y en un áspero español se excusó por no hacer más declaraciones alegando que su móvil no tenía batería.

El Valencia, que posee los derechos federativos de todos los jugadores de la escuela E-1, ha recibido la noticia con desagrado. Según García Pitarch, el que fuera un menudo delantero del equipo valenciano y ahora encargado de su cantera, dice que el traslado de Lionel 'es una desfachatez'. El Real Madrid aduce que el chico no tiene licencia federativa a causa de la tardanza en recibir los papeles de residencia legal en España. Es decir, que Lionel no pertenece a ningún club, porque no está inscrito en la Federación.

Ajeno a los problemas que habitan en los despachos, Lionel Frank, el niño camerunés que celebra sus goles con una voltereta como las del mexicano Hugo Sánchez, por primera vez en su vida espera que acaben las vacaciones: debutará con el Real Madrid. Todo un cuento de hadas.

El pequeño Lionel Frank posa junto al equipo de la escuela Valencia E-1.
El pequeño Lionel Frank posa junto al equipo de la escuela Valencia E-1.

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