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Torneo de Wimbledon | TENIS

Davenport se carga de razones

La tenista explica su reflexión personal tras la leucemia de su amiga Morariu

Hacía tres meses que estaba fuera del circuito y todo el mundo estaba convencido de que era por una lesión en su rodilla derecha que ya le impidió competir en el torneo de Roland Garros el mes pasado. Sin embargo, era sólo una verdad a medias. Lindsay Davenport no lo reconoció, pero personas cercanas aseguraron que no se encontraba en las mejores condiciones psicológicas para afrontar su regreso al circuito. El motivo fue la desmoralización en que se sumió cuando se enteró de que su amiga Corina Morariu sufría un agresivo cáncer de leucemia.

Davenport había ganado con Morariu el título de dobles en Wimbledon hace dos años y en 2000 las dos juntas conquistaron también el de Indian Wells. Solían jugar torneos de dobles, porque les une una profunda relación. Por eso, el golpe que recibió Davenport cuando se enteró de la noticia fue comparable a un martillazo en la cabeza. 'Me quedé atónita', confiesa la estadounidense, de 26 años. 'Parece mentira cómo un hecho como éste coloca todas las cosas en una perspectiva distinta'.

'Corina está luchando contra algo realmente duro, para intentar enderezar su enfermedad', agrega Davenport. 'Resulta difícil ver cómo alguien como ella se encuentra metida en una situación así'. Davenport asegura que suele hablar a menudo con Morariu por teléfono y que cada día le envía un e-mail.

'Al principio estaba asustada', reconoce Davenport. 'Pero luego, realicé una profunda reflexión sobre mi propia vida y comencé a plantearme el futuro como la segunda parte de mi carrera profesional. Ahora veo las cosas con más optimismo e intento no preocuparme tanto cuando algo no funciona. Intento recordar que es un privilegio estar dónde yo estoy'.

Con esta nueva filosofía de vida Davenport afrontó la semana pasada el torneo de Eastbourne y, aunque no había pisado la hierba desde el año pasado, acabó ganándolo. Y después llegó a Wimbledon habiendo olvidado ya su lesión de rodilla -sigue llevándola protegida como precaución- y dispuesta a defender sus posiciones: campeona en 1999 y finalista en 2000 ante Venus Williams.

Derrota de Kafelnikov

Davenport dio un paso más hacia su objetivo al impornerse a la jugadora suiza Patty Schnyder (33ª mundial) en la tercera ronda. No le fue difícil acceder a los octavos de final y plantarse en la segunda semana de Wimbledon tal como ha hecho siempre desde 1998. Sin embargo, mañana afrontará uno de los partidos más duros de su recorrido cuando se enfrente a la yugoslava de 18 años Jelena Dokic.

Confianza es justamente lo que ayer les faltó al ruso Yevgeny Kafelnikov (7º cabeza de serie) y a la francesa Amelie Mauresmo (6ª), cuyas derrotas causaron las mayores sorpresas de la jornada. Para la española Àngels Montolio fue una situación distinta. Con problemas en su pierna izquierda (contractura isquiotibial), la tenista calatana hizo lo que pudo ante Kim Clijsters, finalista hace dos semanas en Roland Garros. Tuvo opciones en la primera manga, pero acabó perdiendo.

Resultados. Tercera ronda. Masculinos: Cañas (Argentina) vence a Kafelnikov (Rusia, 7º cabeza de serie) por 3-6, 6-1, 6-3 y 7-6 (7-2). Enqvist (Suecia, 10º), a Black (Zimbabue) por 7-5, 6-4 y 6-2. Hewitt (Australia, 5º), a El Aynaoui (Marruecos) por 7-5, 5-7, 6-4 y 7-6 (7-4). Agassi (EEUU, 2º), a Massu (Chile) por 6-3, 6-1 y 6-1. Youshny (Rusia), a Santoro (Francia, 20º) por 7-5, 6-0, 2-0 y abandono. Escudé (Francia, 24º), a Grosjean (Francia, 9º) por 5-7, 6-4, 6-3 y 6-4.

Femeninos: Clijsters (Bélgica, 7ª), a Montolio por 7-5 y 6-2. Dokic (Yugoslavia, 14ª), a Schett (Austria) por 6-3 y 7-5. Davenport (EEUU, 3ª), a Schnyder (Suiza) por 6-2 y 6-3. Tanasugarn (Tailandia), a Mauresmo (Francia, 6ª) por 6-4 y 6-4. Tauziat (Francia, 9ª), a Tulyaganova (Uzbekistán) por 6-0 y 6-3. Petrova (Rusia), a Farina (Italia, 16ª) por 6-3 y 6-3. Venus Williams (EEUU, 2ª), a Likhovtseva (Rusia) por 6-2, 6-2.

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