José Ignacio Ramos vuelve mañana a torear en Las Ventas
El diestro destacó en San Isidro con los duros toros de Monteviejo
"Fue la corrida más dura de toda la feria. Ni un toro embistió", recuerda el burgalés, con 31 años a punto de cumplir. El cartel anunciaba el estreno del hierro de Monteviejo en San Isidro. Los míticos patas blancas de Barcial volvían al abono venteño. La cita se produjo el pasado día 4. En el tendido, el propietario de la divisa, Victorino Martín. Sobre la arena, Ramos, escoltado por El Fundi y Juan José Padilla. Lo que siguió, la guerra de Vietnam. "Era imposible hacer nada a esos toros, que lo único que querían era buscarte. Pero, aun así, lo intenté". De ahí que mañana regrese.
Ramos viene de triunfar con dos orejas y una puerta grande en su tierra y, de este modo, paliar algo la sequía de una temporada adversa. "Sólo he toreado cinco corridas", dice decepcionado. "Toda mi carrera ha sido así: muy dura y progresando poco a poco". Desde su confirmación de alternativa en 1999, Ramos no ha dejado que pasase un solo compromiso sin subir un peldaño. "Me falta, sin embargo, un triunfo sonado que me permita salir adelante". Este año, además, las ferias de Bilbao y Vitoria, al contrario que temporadas anteriores, no han contado con él. "Está claro que a unos les cuesta más que a otros progresar". Por Madrid, por tanto, pasa la suerte de un matador que toreó su primera becerra con 11 años y que se ha mantenido inmutable merced "a la mucha afición".
La Dirección General de Turismo de la Comunidad de Madrid (de la que dependen los asuntos taurinos) sigue sin aclarar el misterio que hizo que las actas de la corrida del 1 de junio tardaran casi tres semanas en llegar al citado organismo desde la plaza de Las Ventas. El extravío de ese documento provocó la inesperada sustitución del presidente de Las Ventas en la corrida de Beneficencia el pasado 14 de junio. Lo que a su vez desembocó en que el presidente destituido, Manuel Muñoz Infante, solicitase su relevo del cargo para toda la temporada.
En su momento, Muñoz Infante, que propuso sanción para el diestro José Tomás por inhibirse en la lidia de su segundo toro en la corrida de abono del 1 de junio, calificó de "injusto" su destitución en la tarde de Beneficencia. En un comunicado oficial se decía que Muñoz Infante era sustituido hasta la "clarificación" de lo ocurrido el ya famoso 1 de junio. Es decir, hasta que las actas aparecieran. De repente, las actas salieron a la luz, al torero se le abrió un expediente de sanción y el presidente destituido continuó fuera de su puesto.
El director general de Turismo, Joaquín Peñarrubia, pese a la insistencia de este periódico para recabar su opinión sobre aquella extraña situación, no ha dado respuesta directa alguna y sólo ha manifestado, a través de un portavoz, que "todas las explicaciones están ya dadas".
Por otra parte, El Juli, que reapareció ayer en Algeciras, cortó una oreja, en tanto que Enrique Ponce y Finito de Córdoba fueron aplaudidos. También cortaron una oreja Joselito, José Tomás y Miguel Abellán ayer en Segovia.
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