Desperdiciado un escaparate mundial

La entrada de Paul Gasol en la NBA por la puerta grande ha sido vista a distancia por el Barcelona. El club azulgrana no se ha querido involucrar en el histórico paso de su jugador. Desde un principio, ha permanecido a la expectativa. Nadie le acompañó en su viaje a Nueva York, aunque luego viajó el director general de su sección de baloncesto, Antonio Maceiras, que ha seguido los acontecimientos desde un segundo plano.

El Barcelona no ha sabido, pues, aprovechar el escaparate mundial que significa que uno de sus jugadores haya obtenido una posición tan destacada en el draft, de la misma manera que tampoco supo obtener beneficio del efecto que sobre sus aficionados ha tenido la eclosión en este curso de Gasol y no ha logrado todavía que se puedan vender camisetas con su nombre ni con el de los demás componentes de la plantilla. La firma Nike, que lo patrocina, tiene previsto precisamente que esa vestimenta, que al principio de la campaña se decidió no fabricar por la escasa demanda, esté disponible en julio.

Maceiras, eso sí, fue uno de los primeros en felicitar a Gasol y a sus padres en el Madison Square Garden y también se apresuró a manifestar que es 'un orgullo y una satisfacción' para el Barça que un hombre de su cantera haya logrado la mejor posición obtenida por un europeo no formado en Estados Unidos. Sin embargo, alegó que no tiene nada que decir respecto a la posibilidad de negociar la cláusula de rescisión de su contrato: 580 millones.

Gasol está decidido a desligarse del Barcelona y enrolarse en los Grizzlies, pero quiere regatear algo de dinero a cambio de comprometerse con él cuando regrese a Europa. La tesis del club para negarse a ello es que no podría justificar ante su afición que le diera facilidades para irse. Gasol cumplirá 21 años el 6 de julio y los responsables de la entidad sostienen que durante cuatro han estado invirtiendo en su formación y que sólo en el último ha dado resultados, no importa que hayan sido tan espectaculares como los triunfos en la Liga y la Copa, en los que su aportación fue determinante.

Tanto Gasol como sus padres, Agustí y Marisa, antes de desplazarse a Memphis, hablaron ayer, en Nueva York, con Maceiras, que pocas horas después volvió a Barcelona. No obstante, serán los representantes del jugador quienes se encarguen de negociar con el club, un tema que puede resultar especialmente espinoso.