'Un líder que empieza a emerger'
Los diputados socialistas se confiesan esperanzados ante las posibilidades de su jefe de filas tras el primer cara a cara con el presidente del Gobierno
Objetivo cumplido: José Luis Rodríguez Zapatero ha superado el primero de los tres exámenes que tendrá en esta legislatura para opositar a candidato a presidente del Gobierno. Esta es la opinión generalizada de decenas de diputados de su grupo parlamentario. Podría haber estado mejor, falló en la réplica pero los socialistas prefieren hacer un balance global para concluir que Zapatero ha asentado su liderazgo interno y la sociedad percibe, al menos eso quieren creer, que emerge un político para el futuro que puede poner las cosas difíciles al Partido Popular. 'Estamos ya compitiendo en serio', sentencian. Sólo voces minoritarias apuntan a que tiene que profundizar más en los contenidos, pero hasta los más escépticos reconocen que tiene a su favor algo fundamental, el tiempo, y, por tanto, el futuro puede ser suyo.
'¿Qué voy a decir yo?', se pregunta sonriente el secretario de organización del PSOE, José Blanco. 'La prueba se ha superado y Zapatero está consolidado como secretario general y como candidato', responde. En esa línea se manifiestan todos los miembros de la Comisión Ejecutiva Federal, aunque ninguno pone sobresalientes ni emplea expresiones hiperbólicas. Nada de 'ha barrido' o ha dejado al presidente del Gobierno noqueado. Eso sí, todos señalan que Aznar, su Gobierno y su grupo quedaron 'desconcertados' ante la intervención 'distinta' de Zapatero. No era un duelo, no pretendía derrotar a Aznar sino dirigirse a muchos sectores sociales, conectar 'con jóvenes, mujeres, ancianos, emprendedores y educadores, entre otros colectivos', señala la parlamentaria Rosa Conde, socióloga y experta en análisis electorales. 'La impronta que ha dejado Zapatero es francamente buena y ha demostrado un estilo muy personal, una alta intuición política, firmeza y capacidad. Zapatero pretendió saltar del hemiciclo e incluso de la militancia socialista para llegar a la calle y creo que lo ha conseguido', señala Conde.
Los responsables socialistas acusan al Gobierno de utilizar su 'tradicional técnica' momentos después de terminar el debate: los diputados populares salieron a los pasillos del Congreso a proclamar el 'hundimiento' de Zapatero. 'Esa exageración sólo produce risa', señala Antonio Cuevas, secretario general adjunto del Grupo Parlamentario. Algunos de los consultados, que prefirieron ocultar su nombre , opinan que 'el estilo convenció' y que Zapatero 'sólo falló por enredarse en anécdotas en las réplicas, pero la próxima vez saldrá mejor'. Así se expresa un parlamentario que lamenta el tiempo que dedicó Zapatero a hablar de la Fundación Carolina y del profesor que asesora al presidente del Gobierno 'en vez de haber preparado una réplica con tres mandobles al presidente'.
El portavoz de Presupuestos, Francisco Fernández Marugán, empieza por señalar que 'Aznar hizo de las peores intervenciones de su vida; no acertó en encontrar el tono frente a Zapatero y se le notó perdido, también a su grupo y al Gobierno al completo'. Marugán considera que 'en el hemiciclo, Zapatero ganó a Aznar; otra cosa es la realidad fragmentada que presentan los medios de comunicación; pero había que estar ahí dentro, ver el estilo de uno y de otro; una persona con un discurso fresco y agradable frente a un señor enfadado'. 'Se acabó sosoman', señala rotundo el diputado Alfredo Pérez Rubalcaba, en referencia al mote que le colocó el creador de los guiñoles de Canal +. 'Fue el discurso de un político frente al elaborado por un ordenador; lo viejo frente a lo nuevo; en suma, un líder que tiene todo por delante; un Aznar correcto frente a un Zapatero ilusionado e ilusionante'.
Hubo algunos corrillos en los que los más convencidos de la buena jornada de su secretario general trataban de convencer a los más moderados en el entusiasmo respecto a que las cosas les van infinitamente mejor de lo que nunca pudieron pensar. Los primeros pedían a los escépticos que volvieran la vista atrás sólo un mes después de las elecciones generales de 2000, cuando el PSOE bajó a 125 diputados y creían que 'el partido quedaba sepultado por muchos años'. 'No sólo no es así sino que empezamos a competir con el PP por el Gobierno ya en serio', explican los que vivieron esa situación de manera dramática. La amplia sonrisa de Felipe González, Alfonso Guerra y Joaquín Almunia durante la jornada de ayer fue comentario extendido entre las filas socialistas y demuestra que estaban satisfechos.
El ex candidato socialista José Borrell, que abandonó el descanso recomendado por prescripción médica para asistir al debate, hizo un juicio favorable a Zapatero. También lo tuvo el que fue mano derecha de Borrell, el diputado Luis Yáñez. 'Ha sido evidente la percepción de un líder que emerge, que asciende, frente a otro que empieza su declive'.
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