Bajo el 'síndrome de Cracovia'
El Zaragoza recuerda su derrota en la Copa de la UEFA y no se fía de un Atlético a la desesperada
El Zaragoza recibe hoy (21.30, Teletaquilla) al Atlético de Madrid, en el partido de vuelta de su semifinal de la Copa del Rey, bajo el síndrome de Cracovia. A principios de esta temporada, el equipo aragonés fue eliminado de la Copa de la UEFA, por penaltis, por el representante de esa ciudad polaca, al que había derrotado por 4-1 en La Romareda, un grave traspié que le costó la cabeza a su entrenador, Jose Manuel Lillo. Ahora se trata de no incurrir de nuevo en el error de la confianza con los dos goles de ventaja obtenidos en el estadio Calderón. 'Lo de Cracovia no se le ha olvidado a nadie y en el fútbol se puede tropezar dos veces en la misma piedra', advierte con la cautela ded veterano su técnico actual, Luis Costa.
Para evitar cualquier sorpresa Costa cuenta con los recuperados Paco y Vellisca. No así con Juanele, que no ha sido convocado por una decisión técnica. La misma clase de decisión que mantiene a Kiko varado en Madrid. El rojiblanco ya no volverá a vestir la camiseta del Atlético. Tampoco estará en la Romareda Amaya, el defensa del equipo madrileño, que ayer fue sancionado con un partido al ser expulsado en el encuentro de ida. Quien sí estara en el campo será el joven Fernando Torres, que seguramente disfrutará de sus primeros 90 minutos completos en la Copa.
Carlos Cantarero, el preparador rojiblanco, que también entona los sones de despedida que sacuden al Atlético, prepara un encuentro ofensivo y al límite: 'Es complicado remontar, pero llevamos mucho tiempo jugando final tras final. Así que una más no importa'. Ayer confirmó que tiene varias ofertas de otros clubes y compartió en voz alta la nostalgia de haber dirigido quizá su último entrenamiento en el club madrileño. 'Ha sido una experiencia muy enriquecedora', concluyó, 'mi paso por este banquillo'.
El portugués Dani, tras ver el tramo final de la Liga desde el banquillo, puede recuperar un lugar en el césped. Dani serviría de enlace en los tres cuartos del campo con la pareja atacante: Salva y Torres. 'No vamos a arrojar la toalla', insistió Cantarero, mientras su homólogo zaragocista, Costa, animó a los suyos y a su afición 'a disfrutar de lo bueno después del sufrimiento pasado en la Liga'.
Sin embargo, el síndrome de Cracovia planea por Zaragoza y Costa reconoce que, 'al igual que el Atlético tuvo mala suerte en el encuentro de ida, en el partido de vuelta el infortunio nos puede tocar a nosotros'.
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