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El Congreso Europeo sobre Sistemas Inteligentes de Transportes se celebrará del 20 al 23 en el Palacio Euskalduna y la capital vizcaína acoge su segunda edición. La primera se celebró en 1999 en Amsterdam. En otros países hay planes muy avanzados en esta materia: en Colonia las autoridades ofrecen datos de los aparcamientos libres, en Turín se prioriza al transporte público mediante semáforos y en Gran Bretaña se facilita información sobre tráfico y formas de viaje en tiempo real a través de Internet, radio y televisión.

Éstas y otras experiencias se debatirán en Bilbao, aunque Murga reveló que lo fundamental será la información previa al viaje sobre el tráfico y los aparcamientos.

La Diputación de Vizcaya, uno de los organizadores del simposio, realizará los días del congreso una experiencia piloto sobre su propio sistema de gestión inteligente, aún pendiente. Se trata de informar por los móviles particulares -a quienes previamente se hayan apuntado en una lista disponible en la página web bizkaia.net- sobre la situación real de las carreteras del territorio. Será una información gratuita, aunque el diputado de Obras y Transportes, José Félix Basozabal, reconoció que 'si tiene éxito se puede comercializar, porque tiene unos costes'.

Basozabal añadió que habrá otras medidas, como la disposición de imágenes de las cámaras de televisión ubicadas en la A-8 por Bilbao y el sistema de tráfico puerta a puerta, que permite información completa por Internet para cualquier desplazamiento.

[El diputado guipuzcoano de Carreteras, Antton Jaime, abogó ayer por someter al 'máximo consenso posible' el modelo de financiación de las carreteras de esta provincia, principalmente la A-8 y la Éibar-Vitoria, informa Mikel Ormazabal. No obstante, Jaime reiteró que el Gobierno foral (PNV-EA) quiere fijar 'peajes blandos' en ambas carreteras: entre seis y siete pesetas por kilómetro en la A-8, cuya gestión será pública a partir de 2003, y en la A-1, entre 11 y 12 pesetas por kilómetro para obtener los fondos suficientes para rematar las obras de esta autopista. La Diputación tiene pendientes 32.000 millones de los 85.000 millones que cuesta el tramo guipuzcoano de la A-1].