500 toneladas de harinas cárnicas siguen almacenadas en camiones en Pamplona
La comisión parlamentaria especial que estudia la incidencia del mal de las vacas locas en Navarra instó ayer al Gobierno de UPN a firmar de inmediato un acuerdo con la empresa de tratamiento de materiales específicos de riesgo (MER) Manuel García Mendoza, de Ortuella, para solucionar el problema de su eliminación. Más de 500.000 kilos de harinas cárnicas se siguen acumulando en decenas de camiones frigoríficos repartidos por polígonos industriales cercanos a Pamplona. El acuerdo verbal alcanzado por la Mancomunidad de Pamplona con la firma vizcaína hace más de un mes para eliminar los restos en Euskadi no pudo materializarse por interferencias del Gobierno foral, según criticó ayer el presidente de la comisión, el socialista José Luis Uriz.
Los restos se han ido acumulando por la inicial negativa de la Mancomunidad, presidida por el socialista Javier Iturbe, a permitir su entierro en vertederos, tal y como proponía el Ejecutivo regionalista. Diversos acuerdos con empresas vascas y navarras para su almacenamiento temporal se frustraron por la oposición de las instituciones encargadas de otorgar los permisos.
Los dos gerentes de la empresa de Ortuella comparecieron ayer en el Parlamento navarro y ofertaron un paquete integral de gestión de los residuos, desde la recogida de los restos frescos y animales muertos hasta la incineración. Para ello sería preciso signar un acuerdo marco similar al firmado ya en Euskadi con el Ejecutivo vasco, las diputaciones, los mataderos y las cementeras, según explicó Uriz. Esa interpretación no la comparte UPN, que desea que el convenio lo firme la Mancomunidad.
La comisión parlamentaria, tras conocer la oferta de la empresa vizcaína, considera que si UPN quisiera, el problema de las harinas acumuladas se solucionaría de forma inmediata.
'No es lógico que porque una empresa esté un poco más allá de una muga, Navarra tenga que seguir buscando alternativas más caras', agregó Uriz, aludiendo a las reticencias que parecen pesar en UPN para adjudicar el servicio a una industria vasca.
García Mendoza puede tratar diariamente 80 toneladas de harinas y actualmente está trabajando al 50% de esa capacidad. El precio por kilo de harina tratada sumaría 60 pesetas.
Fuentes del Gobierno foral señalaron que existe ya un preacuerdo con la Mancomunidad para financiar el tratamiento. El Ejecutivo, según las mismas fuentes, analiza la oferta de la empresa vasca, pero su intención sería firmar un acuerdo limitado a este año, ya que baraja la construcción en Navarra de un horno propio para incinerar restos MER. Ya se han presentado dos propuestas empresariales autóctonas, a las que se otorgará una subvención máxima de cien millones. UPN desea que para 2002 los hornos de la cementera Portland de Olazagutía puedan quemar los restos, una adaptación que costará más de 500 millones.
La oposición considera que aceptar la oferta de García Mendoza saldría a largo plazo mucho más barato a las instituciones, garantizaría mejor el tratamiento de los restos y evitaría un 'conflicto social' en Olazagutía.
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