ERC insiste en sus críticas a CiU, pero hace un guiño al electorado convergente elogiando el 'patriotismo' de Pujol

La comisión permanente de Esquerra Republicana (ERC) ratificó ayer las críticas que los principales dirigentes del partido han lanzado en los últimos días contra Convergència i Unió (CiU), pero al mismo tiempo elogió el 'patriotismo' del máximo líder de CiU, Jordi Pujol. Esquerra apuesta por incorporarse a un Gobierno progresista en la próxima legislatura, pero al mismo tiempo se ha propuesto crecer electoralmente a costa de CiU, con lo que considera que no puede crispar a los electores nacionalistas.

El secretario general de Esquerra, Josep Lluís Carod, dio ayer pistas de cómo tratará de hacer compatible ambos objetivos: lanzando su batería contra los líderes de CiU en clave de futuro, Artur Mas y Josep Antoni Duran, a quienes presenta apegados al Partido Popular (PP), y elogiando en cambio la trayectoria nacionalista de Jordi Pujol.

Carod dijo ayer que Esquerra desea recoger los aspectos positivos de la herencia de Jordi Pujol 'y que ahora quedarán abandonados por los nuevos dirigentes de CiU, como son los valores colectivos, de ilusión como pueblo y de proyecto de futuro'. Según su análisis, Esquerra se mantiene en la misma posición de siempre, pero CiU ha dado un 'clarísimo giro hacia la derecha' desde que Jordi Pujol ha anunciado que no optará a la reelección y Mas y Duran van ganando terreno.

El dirigente independentista apeló al 'patriotismo' de Pujol como 'luchador antifranquista y nacionalista' para que CiU varíe su rumbo y rompa con el Partido Popular. Al mismo tiempo, subrayó que su partido dará una 'respuesta serena' a la 'ofensiva por mar, tierra y aire' de CiU contra su partido y lanzó una advertencia a la coalición nacionalista: 'Esta Esquerra Republicana no es la de hace seis años ni tampoco la de los años ochenta; si nos agreden responderemos', afirmó.

El líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, intentó ayer sin éxito paliar las más que deterioradas relaciones entre la coalición nacionalista y Esquerra Republicana. Aunque Duran utilizó un tono comedido en su análisis de la situación no pudo evitar reprochar a ERC su actitud en el Parlament favorable a los intereses del bloque de izquierdas. 'Nos joroban cada día que pueden', declaró.

Duran evitó culpar a ERC de la casi inexistente colaboración política entre ambas fuerzas, pero lamentó que las relaciones hayan alcanzado un punto crítico. Un sentimiento, dijo, que afecta sobre todo a la militancia de Unió y Convergència. 'Si padecemos algún síndrome no es en relación con el PP, sino con Esquerra, porque a cualquier militante de CiU le gustaría una mayoría de gobierno con ERC o nacionalista y ello no fue posible', afirmó el líder de Unió en referencia a las acusaciones que le lanzó Josep Lluís Carod.

Para Duran Lleida, ERC ha acabado por 'estigmatizar' la equidistancia por la que apostaron al principio de la legislatura y ha preferido, añadió, aliarse con los partidos de izquierda 'en su estrategia, legítima por otra parte, de erosionar a CiU y al Gobierno de la Generalitat'. Y a continuación advirtió que esta actitud tan sólo beneficia los intereses del socialista Pasqual Maragall para alcanzar la presidencia de la Generalitat en 2003.