Una selectividad venida a menos

Mañana empieza la selectividad del 2001 y, a una jornada vista, casi nadie duda de que esta cita, de tres días de duración, tiene algo especial. Y no por las pautas de las pruebas de acceso, cuyas novedades se acometieron el año pasado, sino por la constante disminución de alumnos, la extinción del COU y lo que vendrá tras los exámenes: la preinscripción.

Las pruebas de acceso a las universidades valencianas sientan este curso a 1.401 alumnos menos que en la pasada convocatoria. Un total de 16.896 alumnos se matricularon para las pruebas de acceso el año pasado; este año están inscritos 15.459, según datos de las universidades y Dirección General de Universidades, lo que supone un descenso de un 8,3%.

Las universidades habrán de afrontar el descenso de los estudiantes que acceden a través de Secundaria y buscar el equilibrio en un panorama poco propicio para la gran demanda: el 10% de las aulas quedaron vacías el pasado curso. Como contrapartida, el aumento de nuevas plazas ofertadas en las universidades valencianas es similar al año pasado.

Y mientras el COU se acaba, se estrena el denominado distrito abierto, por el que se regula el proceso de selección para el ingreso en los centros universitarios, con independencia de la universidad en la que el aspirante haya superado la correspondiente prueba de acceso. Cualquier estudiante que reúna las exigencias legales podrá solicitar plaza, en la universidad de su elección, para cursar primeros ciclos de estudios universitarios y con validez en el territorio nacional.

En las universidades valencianas se ofrecerá el 20% de las plazas universitarias para los alumnos procedentes de otras comunidades. La nueva medida plantea dos cuestiones: la libre movilidad del estudiante y la competencia entre las universidades. En el plazo de dos años se completará este procedimiento en el cien por cien de las plazas. La Consejería asumirá, por primera vez, el soporte administrativo de la preinscripción que concluirá el próximo 29 de junio. Salvador Forner, director de Enseñanzas Universitarias considera que 'el distrito abierto no afectará a demasiada gente, porque los estudiantes priman criterios como la proximidad a la universidad sobre la carrera a elegir'.

En los institutos de Secundaria, tanto alumnos como no pocos profesores ignoran cómo afectará al estudiante dicha medida, e insisten en la necesidad de fomentar la movilidad mediante la creación de becas específicas y mecanismos de coordinación entre las distintas universidades españolas.