Las viviendas protegidas construidas en 2000 son la mitad que en 1992
A nivel estatal la proporción se redujo del 23% en 1992 a sólo el 7,5% el año pasado
La construcción de viviendas de protección oficial en la Comunidad Valenciana ha sufrido una progresiva reducción en los últimos 10 años, hasta caer del 31% construido en 1992 al 12% actual. La caída en picado ha sido más brusca, incluso, que la media nacional, que también ha sufrido un significativo recorte en la misma década, pasado de 23% que se construía en 1992 al 7,5% el año pasado. El Consell argumenta que 'la reducción de la vivienda protegida en el mercado no se debe tanto a la disminución de la actividad de este segmento como al notable incremento que experimenta en las fases álgidas del ciclo económico la oferta de vivienda libre'. La realidad, sin embargo, es que el boom económico, sobre todo del último quinquenio, ha disparado la promoción de viviendas en toda España, pero ha dejado sin atender el sector de la vivienda protegida. Así, según el Consejo Superior de Arquitectos Valencianos en 200 hubo 77.526 proyectos, de los que sólo 9.475 correspondieron a viviendas protegidas.
'La reducción de la vivienda protegida en el mercado no se debe tanto a la disminución del nivel de actividad de este segmento como al notable incremento que experimenta en las fases álgidas del ciclo económico la oferta de vivienda libre', argumenta el Consell. Así, el boom económico ha disparado la promoción de viviendas en toda España, pero sin atender el sector de la vivienda protegida. La promoción de viviendas libres en las tres provincias se ha triplicado desde 1995 (de 23.688 a 68.051) mientras que la de casas protegidas ha caído un 32% en ese periodo (de 13.845 a 9.475, la menor cifra en una década).
A nivel estatal, la evolución ha sido similar aunque algo menos acusada. Así, si en 1992 hasta 62.700 viviendas de las 272.792 construidas fueron de protección oficial (el 23% del total), en 2000 la cifra se ha reducido a 43.916 de las 582.811 acabadas (el 7,5%), lo que supone una caída del 30%.
A pesar de la insostenible escalada de precios, que se han disparado en la Comunidad más de un 10% los dos últimos años y un 41% en apenas un lustro (de las 77.864 pesetas el metro cuadrado en 1995 a las 109.763 del año pasado), la vivienda valenciana sigue siendo más barata que la media estatal, situada en 2000 en 150.905 pesetas (con un aumento del 34,5% desde 1995, cuando valía 110.155 pesetas el metro).
Esta situación (precios relativamente económicos) ha facilitado la ejecución del plan de la vivienda en tierras valencianas: la Comunidad ha acaparado el 15,88% de las viviendas financiadas (con intereses ventajosos). El Ministerio de Fomento fija en 98.500 pesetas por metro cuadrado el máximo para poder considerar una vivienda protegida, valor difícilmente asumible en autonomías que doblan los precios valencianos.
El Gobierno central, consciente del problema y de que el Plan de la Vivienda 1998-2001 no está funcionando como deseraría (la Generalitat asegura por el contrario que ya se han cumplido los objetivos asignados para esta autonomía), ha modificado las condiciones recientemente para facilitar el acceso de más ciudadanos a créditos ventajosas y hasta ayudas a fondo perdido.
Entre estas medidas destaca que el 100% de la entrada del piso puede ser subvencionado, que el límite máximo establecido para considerar una vivienda protegida se eleva a 90 metros y que las ayudas para jóvenes se amplían hasta los 35 años, lo que según la consejería supone que hasta el 82% de los beneficiarios pueda encuadrarse en este sector (ahora son el 60%). Obras Públicas volverá a destinar este año alrededor de 17.000 millones de pesetas en ayudas directas para facilitar el acceso a una vivienda y asegura que entre estas ayudas y las del ministerio los solicitantes podrán pagar gran parte de la entrada.
Caras pero más accesibles
Aunque el precio de las viviendas se ha disparado en los últimos años, la accesibilidad a éstas ha mejorado ligeramente en la Comunidad Valenciana. Así, según la Dirección General de la Vivienda, si hacerse con las llaves de un hogar suponía en 1992 invertir el 50% de la renta disponible en las cuotas del primer año, en 2000 la proporción se redujo al 31%, siendo estos porcentajes siempre inferiores a los de la media Estatal (69% y 38% respectivamente). En esta situación ha intervenido en gran medida la caída de los intereses hipotecarios ya que la capacidad de adquisición de los valencianos (relación entre el precio de la vivienda y la renta anual disponible) ha ido a peor: si en 1992 una vivienda valía 3,71 veces la renta familiar, el año pasado se situó en 4,03. En España, tras caer desde una rátio de 5,08 en 1992 a 4,16 en 1997, el índice de capacidad se ha vuelto a disparar: 4,91 el año pasado. Por eso, muchos valencianos tienen que recurrir al Plan de la Vivienda para conseguir un hogar. Según datos del Consell, el 58% de los beneficiados por los planes de financiación tenían ingresos medios inferiores a 1,5 millones de pesetas, otro 31% contaba con ingresos entre 1,5 y 2,5 millones, el 8,5% entre 2,5 y 3,5 y sólo el 2,7 de los beneficiarios superó esas rentas. Para Obras Públicas los objetivos del plan se han cumplido: 21.904 viviendas financiadas en Valencia, 15.068 en Alicante y 4.465 en Castellón, un 102% por encima de las cifras pactadas con Fomento.
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