Las víctimas del naufragio de Banyoles harán campaña contra el turismo en Cataluña
El 8 de octubre de 1998 la embarcación de recreo La Oca se hundía en el lago de Banyoles (Pla de l'Estany); 21 personas, todas ellas jubilados franceses, morían en el accidente y otras 120 eran rescatadas y sobrevivían, en algunos casos con lesiones importantes. La Oca tenía un límite de carga de 80 pasajeros. La asociación que reúne a las víctimas y a sus familiares iniciará una ofensiva contra el turismo en Cataluña en respuesta a la decisión de la Audiencia de Girona de exculpar al concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Banyoles, Josep Alsina, con lo que la Administración deja de tener responsabilidad civil.
El presidente de la asociación que representa a este colectivo, Bruno Guyot, anunció que, al margen de la ofensiva jurídica emprendida por sus abogados, que han recurrido contra la sentencia ante el Tribunal Supremo y no descartan llegar hasta el Constitucional, iniciarán lo que ha definido como un 'proceso contra Cataluña' en los medios de comunicación para recomendar a los turistas franceses 'que no viajen más a Cataluña, ya que la seguridad no está garantizada ni controlada por la justicia'. Asimismo, indicó Guyot, la asociación ha iniciado conversaciones con los ministerios de Exteriores y de Justicia franceses, para que medien en el asunto. 'Lo importante es que La Oca había sido objeto de modificaciones en su casco para favorecer la aireación de sus motores eléctricos. Esos cambios no fueron objeto de una autorización técnico-administrativa', explica Guyon.
Según el presidente de la asociación de víctimas, Bruno Guyon, 'el Ayuntamiento de Banyoles llevaba tiempo viendo funcionar el barco con esas aberturas y no había tomado la decisión de prohibir que navegara'. Para Guyon es incomprensible que la Audiencia de Girona, el pasado mes de mayo, decidiera excluir al Ayuntamiento de Banyoles y su responsable de Medio Ambiente, Josep Alsina, del sumario, con lo que liberaba de responsabilidad penal a la institución y al concejal 'La juez instructora, que creo que ha hecho un buen trabajo y ha elaborado un sumario de 15.000 páginas muy rico en detalles técnicos, consideraba que el Ayuntamiento también era responsable del drama, que los errores no se limitaban a los cometidos por los señores Simó Rodríguez y Bartomeu Gayolà, propietarios de La Oca', añade.
Limitar las responsabilidades a los titulares de la explotación de La Oca reduce de manera importante las posibilidades de indemnización de las víctimas y sus familiares, incluso las de las sociedades y organismos que intervinieron para aportar ayuda médica y para repatriar heridos tras la catástrofe. Una estimación considerada muy fiable sitúa la capacidad de indemnización de Rodríguez y Gayolà entre 130 y 160 millones de pesetas, mientras que el Ayuntamiento tiene suscrita una poliza que garantiza 400 millones de pesetas.
'Nuestros abogados', dice Guyon, 'van a presentar un recurso contra la decisión de la Audiencia Provincial de Girona porque estiman equivocado librar de toda responsabilidad a Alsina y, en su persona, a la corporación municipal, pero saben que quienes tienen que aceptar o no su recurso son los mismos jueces que han votado la exclusión de Alsina'.
Normas de seguridad Oficialmente la Audiencia considera que Alsina no es responsable de ningún comportamiento delictivo, que el barco había navegado varios meses con las aberturas que facilitaron la entrada de agua y el hundimiento, y que, por consiguiente, sólo el exceso de pasaje pudo ser la causa del naufragio. 'Parece que es cierto, porque así me lo han confirmado muchos habitantes de Banyoles, que en La Oca no montaba nunca más allá del pasaje de dos autocares, pero que ese 8 de octubre fueron los viajeros de tres autocares los que se embarcaron en ella' dice Guyon. 'Pero eso no significa que no existiesen normas de seguridad para regular la navegación en el lago de Banyoles, que el señor Alsina no fuese el responsable de la aplicación de dichas normas y que La Oca no estuviese navegando sin permiso desde junio de 1998'.
La asociación de víctimas, al margen de emprender otras acciones legales, quiere presionar ahora al Ministerio de Exteriores francés para que se interese por el caso y se plantea también recurrir a los medios de comunicación de su país para recordarles el drama ocurrido hace tres años y el comportamiento de las autoridades judiciales de Girona. 'No creo que le interese a nadie que se monte una campaña para criticar las deficiencias de seguridad que pueden encontrar los turistas franceses que se aventuran en Cataluña, pero a veces hay que recordar aquella máxima que asegura que si quieres la paz tienes que demostrar que estás preparado para la guerra', concluye Guyon, cuyo padre murió ahogado en Banyoles, su madre estuvo en coma durante más de una semana y cuando recuperó la conciencia fue él quien tuvo que comunicarle que su marido había muerto. Eso no se olvida.
