Astucia real
Estudio de C. J. Feitjer, 1939.
He aquí uno de esos finales de reyes y peones que parecen en extremo sencillos y resultan harto difíciles de jugar en la práctica. Las blancas, en la carrera por coronar los dos peones supervivientes, adelantan a su adversario en dos movimientos (el peón en h4 y el derecho a jugar), pero la situación del rey delante de su propio infante anula uno de ellos, por lo cual, aunque coronen primero, el juego parece inevitablemente un empate. La victoria blanca parte de un detalle que el solucionista -o eventualmente el jugador; este final puede perfectamente producirse en una partida viva- debe advertir: el rey blanco se encuentra en el cuadrado del peón negro, mientras su colega está fuera del del infante blanco. La maniobra ganadora comienza entonces con 1 Rg5, b5 / 2 Rf4! El avance del peón negro ha quedado súbitamente paralizado, ya que si 2... b4 / 3 Re4, b3 / 4 Rd3 ganando, o bien 3... Re2 / 4 Rd4, Rd2 / 5 Rc4 con igual resultado. Las negras, sin embargo, tienen una carta en la manga: 3... Re2 / 4 Re4, Rd2 / 5 Rd4, Rc2 y ahora las blancas deben ir a buscar el peón con 6 Rc5, pero entonces las negras disponen de 6... Rc3, que amenaza a la vez avanzar el peón y entrar en el cuadrado del infante adversario; por ejemplo, 7 R - b5, Rd4 / 8 h5, Re5 y tablas. Sin embargo, las negras pierden con 7 h5!, por el astuto detalle de que el cuadro c3, único para intentar el recurso defensivo señalado, se encuentra en la misma diagonal de la casilla de coronación, por lo que el peón blanco corona con jaque y gana: 7... b4 / 8 h6, b3 / 9 h7, b2 / 10 h8=D j. y el final con el peón negro en séptima sobre la columna de caballo se gana de manera elemental. Una efectiva astucia real.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.