Capriati sitúa a Hingis en su justo lugar
La estadounidense se clasifica para la final, en la que se enfrentará a la belga Kim Clijsters
Martina Hingis deberá esperar. Otro año, otra rival, pero la misma historia. La número uno del mundo sigue sin conseguir ganar en Roland Garros, el único grande que aún se le resiste. El año pasado perdió en semifinales frente a Mary Pierce. Esta vez fue la estadouniense Jennifer Capriati la que la situó en su justo lugar. 'Lo único que puedo hacer es mejorar. Me ha desbordado'. Fue un reconocimiento duro para una tenista que sigue siendo la primera de la clasificación mundial, pero que no gana un título de los cuatro grandes desde enero de 1999, cuando se impuso en el Open de Australia. Hingis ha perdido desde entonces cuatro finales, una de ellas en París ante Steffi Graf (1999).
Capriati, de 25 años, ha realizado el regreso más espectacular que se recuerda en la historia del tenis femenino. Ha pasado por todos los estados en su carrera y en su vida privada: fue una niña precoz, una adolescente marginal con problemas de drogas y acusada de robo, y ahora es una mujer que sabe muy bien lo que quiere. 'Llegar a la final de París es algo que esperaba desde hacía tiempo', aseguró ayer. 'Estuve en semifinales con 14 años. Eso demuestra que he progresado'. Durante su partido contra Hingis, Capriati volvió a poner sobre la mesa los motivos por los que la suiza ha pasado dos años en blanco en el Grand Slam: obligó a Hingis a jugar al límite para mantenerse en el partido. Cada bola que dejaba corta le llegaba a la suiza como una bomba. Con un saque mediocre (lo perdió cinco veces), la presión pudo con ella. Y al final acabó derrotada, tras desperdiciar un 0-40 y un 40-0 que la llevaron del empate a tres al 3-5 en la segunda manga. Su última bola del partido fue patética: lanzó una derecha tres metros más allá de la línea de fondo.
Capriati, campeona este año en el Open de Australia, jugará la final ante la belga Kim Clijsters, la novia de Lleyton Hewitt, que eliminó a su compatriota Justine Henin, después de que ésta dominara el partido por 6-2, 4-2 y dispusiera de tres puntos de rotura para colocarse con 5-2. 'Allí perdí el partido', confesó Henin, 'porque dejé de ser agresiva. Tenía que ganar'. Hija de Leo Clijsters, mejor futblista belga en 1988, Kim, que hoy cumplirá 18 años, ha perdido su único enfrentamiento con Capriati, en 1999. La de mañana será su primera final del Grand Slam.
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