Canal + emite la última entrevista ante las cámaras de Laín Entralgo

Maestro de varias generaciones, Pedro Laín Entralgo ha sido considerado por algunos como el último humanista del siglo XX. Licenciado en Ciencias Químicas y doctor en Medicina y Cirugía, su incesante inquietud le acercó también a la antropología y la filosofía. Desde 1953, año en el que fue elegido miembro de la Real Academia Española, ocupó el sillón j minúscula de esta institución, que presidió desde 1982 a 1987. En 1989 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades.

El espacio Epílogo, que dirige Begoña Aranguren, mostrará la imagen de la sabiduría, equilibrio y objetividad alcanzados por Laín Entralgo a lo largo de su vida. Su deseo de ser recordado como una buena persona inició una sucesión de sosegadas declaraciones, fiel reflejo de una de sus grandes obsesiones: la convivencia. El académico, además, hizo alarde de una envidiable clarividencia recordando pasajes de la época de la posguerra española y de contemporáneos como Ridruejo y Marichalar (junto a quienes fundó en 1940 la revista Escorial), López Aranguren o Ruiz-Giménez. No olvidó tampoco hablar de la época en la que perteneció a Falange ni de su posterior alejamiento, repasando su trayectoria política y personal en lo que supone una lúcida autocrítica, así como un análisis en la distancia de los últimos 50 años de la historia de España.

Epílogo contempló también el aspecto más íntimo del académico, un hombre sencillo, amante de los detalles pequeños y familiarizado con la muerte, un hecho que consideraba natural y esperaba desde la serenidad de una larga y fructífera vida.