Una muestra descubre a Anglada Camarasa como el 'inventor' de la abstracción
El pintor modernista Hermen Anglada Camarasa (Barcelona, 1871-Mallorca, 1959) se adelantó al inventor de la abstracción, título que en la historia del arte ostenta Kandinsky con una acuarela de 1910. Dos de esos óleos que podrían considerarse abstractos, en los que la base figurativa descansa más en la mirada del espectador que en la intención del artista, forman parte de la muestra Anglada Camarasa: su primera época, que se inauguró ayer en el Ateneo de Sevilla.
El saludo de la actriz, un óleo sobre madera firmado en 1900-1901 y realizado en tonos blancos, rompe totalmente con la estética del momento. Frente a esta obra cuelga Sodoma y Gomorra, otro óleo de 1900 que también está a un paso de la abstracción. 'Los españoles valoramos más lo que viene de fuera. Picasso, por ejemplo, fue admirado en España cuando obtuvo éxito internacional. Algo así ocurrió con Anglada Camarasa, que fue un gran innovador en su primera época', asegura Empar Rosselló, comisaria de la muestra. Los 24 óleos que se exhiben en Sevilla, podrán verse hasta el 1 de julio, forman parte de la colección de la Fundación La Caixa. 'Son obras de sus inicios en París, fechadas entre 1890 y 1915. El tratamiento de la luz, especialmente la artificial en los ambientes nocturnos de la ciudad, es la característica principal de estos años', apunta la comisaria. Las pinturas, en las que desaparece la línea del dibujo y son los colores los que perfilan los volúmenes, forman parte de la colección que La Caixa tiene en el Gran Hotel, un edificio modernista, de Palma de Mallorca. En total son 500 obras entre óleos, dibujos y obras gráficas del modernista catalán que adquirió fama internacional con sus lienzos de temas folclóricos valencianos y gitanos.
En obras cómo Caballo y carro (1900-1901) puede comprobarse la anécdota que cuentan sobre el artista, quien decía de sí mismo que pintaba 'con las piernas'. El pintor se refería a la cantidad de paseos que tenía que dar para alejarse y acercarse al lienzo, ya que empleaba tanta cantidad de pintura que sólo podía observar el efecto a una cierta distancia. Los 24 óleos de pequeño formato que incluye esta exposición descubren una faceta desconocida de Anglada Camarasa, quien alcanzó el éxito con la explosión de luz y color de sus lienzos de falleras.
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